Mg. Ps. Jorge Leiva
Magíster en Psicoterapia Cognitivo Post-racionalista. Diplomado de...
Cuando hablamos de salud mental nos referimos a un estado de bienestar, que permite que las personas puedan hacer frente a los momentos de estrés en la vida, desarrollar habilidades, aprender a trabajar adecuadamente y contribuir a la comunidad.
En general se dice que uno de cada siete jóvenes entre 10 y 19 años padece algún Trastorno Mental. Un tipo de trastorno que supone más o menos un 13% de la carga mundial de morbilidad en este grupo etario.
Sabemos que la adolescencia es un periodo crucial para el desarrollo de hábitos sociales y emocionales. Es así, como las horas de sueño, el hacer ejercicio, mantener una alimentación saludable y un sinfín de hábitos, van a permitir que los adolescentes puedan prevenir cualquier situación de mayor riesgo y/o enfrentarse de mejor manera a ciertos escenarios.
Sin embargo, es necesario e importante abordar la salud mental adolescente, ya que la depresión, la ansiedad y los Trastornos del comportamiento se encuentran entre las principales causas de enfermedad y discapacidad de las personas de esa edad.
Es más, el suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 y 29 años.
Los Trastornos más comunes en este grupo etario son:
En estos casos, en la intervención médica que se realiza se debe prestar mucha atención al primer brote de cada trastorno, que en su mayoría ocurre en la adolescencia, ya que entregará información relevante acerca del posible detonante del trastorno o cuadro.
Hay que estar pendiente como adultos, profesionales, padres, cuidadores, sobre los primeros cambios y síntomas que puede estar experimentando el adolescente, ya que la intervención temprana puede ser decisiva.
En estos casos, se dice que hay que esperar dos o tres semanas y estar pendiente si se mantienen estos cambios, y verificar qué otro tipos de consecuencias ha traído, como problemas en el colegio, peleas, consumo de drogas, etc. y recurrir a un especialista.
Hay que tener en cuenta que detrás de la salud mental adolescente, hay un cerebro formándose y emociones a flor de piel.
Así es, en esta etapa hay mayores posibilidades de que las conductas sean más arriesgadas, ya que todo lo que hacen está basado en la emocionalidad, por lo tanto, la posibilidad de que existan: accidentes, peleas, autolesiones, intentos de suicidio, conductas sexual de riesgo, etc, es alta a a propósito de los cambios cerebrales.
Allí, las personas pueden buscar estrategias de prevención, como intervenir con programas específicos, centros de salud mental, hospitales y otros lugares que puedan ayudar.
El entorno de los adolescentes es crucial, ya que hay una época en donde los jóvenes ya no ven de referentes a sus padres y abuelos, sino que pasan a ser sus propios amigos.
Ocurre que comienzan a entender que es en ese espacio de amigos, en donde pueden desarrollarse libremente.
Es por esto, que es importante que los padres estén claros de quiénes son sus amigos, los lugares que concurren, las sustancias que consumen, el uso de sus redes sociales. Y acá lo que será fundamental es la comunicación con su hijo.
“Actualmente, estamos sacando la visión más antigua de lo que es la salud mental, que estaba asociada a la ausencia de Trastornos Mentales. En realidad, nos estamos dando cuenta que es un proceso mucho más complejo, que cada persona experimenta de manera diferente y con diversos grados de dificultad y angustia”, indica el profesional psicólogo Jorge Leiva.
Todas las personas viven de manera distinta las situaciones, es por esto que la salud mental tiene que ver con el estado de salud y bienestar de las personas, y que además, va a sustentar las capacidades individuales y/o colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones, dar forma al mundo en que vivimos, etc.
Entonces, la salud mental debe tomarse como un derecho humano fundamental y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico.
En Chile en particular tenemos una prevalencia bastante alta de trastornos de salud mental. Inclusive los números indican que la salud mental adolescente es crítica, y que los adolescentes son un grupo de alto riesgo.
En estudios se indica que un 22,5% de los niños y adolescentes presentan algún tipo de problema o patología asociadas a salud mental. Cifra que ha ido aumentando de manera preocupante con los años.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que los problemas psicológicos y trastornos psiquiátricos que inician en la infancia o en la adolescencia deben ser una prioridad para la salud pública en Chile.
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