Valentina Garrido
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Los Trastornos Alimenticios, son trastornos psicológicos serios, asociados a un comportamiento malsano con la alimentación. En la mayoría de casos, se conoce por la obsesión en el control de peso individual, lo que puede producir trastornos como bulimia, anorexia, rumiación, entre otros.
Los Trastornos Alimenticios o Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), son enfermedades graves asociadas a la morbilidad y mortalidad, que han ido en aumento, sobre todo en países en desarrollo.
Según el último Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales (DSM-5) los TCA son llamados: Trastornos Alimentarios y de la Ingestión de Alimentos.
Estos Trastornos Alimenticios conducen a una tendencia común entre los pacientes que los sufren y no son tratados. Dentro de ello, hay un intento de ocultar esta patología, ya sea escondiéndola o no reconociéndola. Mientras que otros, lo relacionan directamente con la falta de formación de los especialistas en nuestro país.
Lo que en consecuencia, provoca que estos trastornos no se traten adecuadamente o inclusive, nunca lleguen a ser tratados.
Los TCA más comunes son:
Estos diagnósticos son similares tanto en adolescentes como en adultos.
De igual manera, estos trastornos pueden nacer desde recuerdos de infancia, en donde padres señalan a sus hijos como “mañosos” en vez de otorgarle un contexto de confianza y respeto para que no se generen traumas sobre la alimentación.
Los Trastornos de Conducta Alimentaria, se relacionan en gran medida a la mortalidad, morbilidad y a efectos grandes en la calidad de vida de las personas. Entre los efectos y diagnósticos que más se repiten en las personas son:
Además, en los casos de TCA adolescentes, hay más riesgos de enfrentarse a fracturas en el cuerpo, ya que los trastornos van deteriorando la estructura ósea significativamente y en esa etapa, se encuentran en desarrollo corporal.
Dentro del tratamiento integral que se debe tener como profesional del área de la salud, es trabajar para el reconocimiento temprano del TCA. Asimismo, el buen manejo del trastorno resulta muy relevante a la hora de un pronóstico favorable.
En este caso, para que exista un abordaje integral se debe tener en cuenta:
El tratamiento psicológico tiene que ver con aumentar la motivación del paciente para llegar a un peso saludable, terminar con las conductas propias de los TCA, intentar que lleve una vida normal y prevenir recaídas.
Dentro de las terapias que resultan factibles son:
El contexto y apoyo familiar es fundamental en la recuperación de los pacientes con Trastornos Alimenticios.
Las amistades y familia, son los principales aliados en el tratamiento porque básicamente, no se puede salir solo de un TCA.
De hecho, las primeras fases del tratamiento dependen en gran medida del apoyo que los otros, familia y cercanos, puedan brindar a la persona afectada por el TCA, ya que es una fase donde la “voz” de la enfermedad es muy potente y se requiere mucha fuerza para dar pasos hacia la recuperación.
Fuente: Revista chilena de pediatría, Trastornos de conducta alimentaria en adolescentes. Una mirada integral, por Carolina López C, y Verónica Gaete.
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