Mg. Ps. Anaís Aluicio
Psicóloga, Magíster en Educación y Formación Universitaria....
La depresión perinatal ocurre durante o después del embarazo y puede ser grave si no se trata por un profesional.
El periodo de embarazo y postparto viene acompañado de muchos cambios, tanto físicos como hormonales. Y estos pueden resultar abrumadores para las personas que esperan un nuevo integrante familiar.
Para acompañar este periodo y asegurarse del bienestar mental de la madre es que existe la psicología perinatal. Rama que se enfoca en cuidar el aspecto psicoafectivo de la familia, desde la preconcepción hasta los primeros años de crianza.
Para un nuevo bebé en el hogar, nos preparamos de forma física (asegurando un ambiente adecuado), hormonal y emocionalmente. Esto afecta con intensidad a la mujer gestante, lo que puede traer sentimientos inciertos y hacerla sentir en conflicto.
Los sentimientos durante el embarazo, el parto o el puerperio (después del nacimiento) pueden ser dudas, confusión, ansiedad y miedo. Y casos graves se puede de desarrollar una depresión en este periodo.
Para explicar más a detalle este tema, conversamos con nuestra docente y psicóloga Anaís Aluicio, quien cuenta con formación en Salud Mental Perinatal del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal.
Este tipo de depresión tiene un componente hormonal, que junto a factores externos, puede causar un cambio drástico en el estado de ánimo de la persona afectada; la madre en la mayoría de casos.
Aluicio explica que esto tienen mucha relación con lo psicosocial, ya que desde la heteronorma se establece que criar es labor de la mujer. Es decir, socialmente, la madre es la que tiene la responsabilidad absoluta.
Además, influyen factores psicológicos, relacionados con la figura materna que la mujer tuvo en la infancia, así como su rol de “hija”. Y factores adaptativos, que son los cambios en la estructura familiar a propósito del bebé.
Algunas de las áreas que afecta es la calidad de sueño, apetito, autoestima, autoconfianza, energía y vínculos con otras personas. En este último punto es de especial relevancia el propio infante, quien aparentemente no puede crear un vínculo saludable con la madre.
Según el NIMH (Instituto Nacional de Salud Mental), la depresión perinatal puede ocurrir en cualquier momento del proceso para la madre. Sin embargo, se distinguen dos con más frecuencia:
Depresión prenatal: son episodios depresivos menores o mayores que se presentan durante el embarazo.
Según nos explicó la psicóloga, las embarazadas deprimidas tienen más riesgo de descuidar su embarazo, de abandonar los controles prenatales, o de no seguir o seguir erróneamente las indicaciones médicas, en comparación con las embarazadas no deprimidas.
La investigación actual sugiere que la depresión materna per se puede afectar negativamente el desarrollo del feto. Se cuenta con varios estudios que muestran una asociación entre la depresión materna y factores que predicen pobres desenlaces neonatales, los que incluyen el embarazo de pretérmino o pesos de nacimiento menores.
Depresión postparto: son episodios depresivos menores o mayores que se presentan después del nacimiento del bebé (puerperio).
En este sentido, nuestra docente nos explicó que consecuencias en esta etapa, tienen que ver con vínculo madre-hijo(a) y el desarrollo infantil, tanto en términos emocionales, conductuales y cognitivos.
La experta, que tiene un postítulo en Psicodiagnóstico y Psicoterapia, menciona que para detectar la depresión postparto se debe realizar una entrevista clínica. También hay otras herramientas que se pueden aplicar para el diagnóstico.
El duelo gestacional y la depresión posparto son dos experiencias emocionales que pueden estar relacionadas entre sí. Las mujeres que han experimentado una pérdida gestacional o perinatal previa tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión posparto, ya que esta experiencia puede desencadenar sentimientos de tristeza, ansiedad y estrés. Además, la depresión posparto puede afectar la capacidad de las mujeres para procesar el duelo gestacional y adaptarse a la nueva experiencia de ser madre.
Es importante abordar ambas condiciones de manera integral, brindando apoyo emocional y psicológico a las mujeres para que puedan procesar su duelo y reducir el riesgo de depresión posparto. Los psicólogos especializados en el tema pueden brindar herramientas y recursos que ayuden a las mujeres a atravesar estas experiencias, para lograr una recuperación emocional más completa y saludable.
Lo principal, dice Aluicio, es buscar ayuda profesional, puesto que la mujer no sanará sin un la ayuda terapéutica apropiada. Además, el entorno puede ayudar desde la empatía, sin exigirle ni poner expectativas sociales sobre la madre, apoyándola, escuchando sus necesidades y cuidándola.
El curso en vivo ya se realizó, pero aún puedes inscribirte y ver las sesiones grabadas. Esto no afecta tu calificación y/o certificación. Disponible por pocos días.
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