Descripción del programa:
La selectividad alimentaria es un fenómeno común que atraviesa diferentes etapas de la vida, pero que suele ser especialmente notable en la infancia. Se refiere a la preferencia limitada o rechazo hacia ciertos alimentos, lo que no solo puede generar preocupación en las familias, sino también afectar el bienestar físico y emocional de quien la experimenta. Más allá de una simple cuestión de gustos, la selectividad alimentaria refleja una interacción compleja entre factores sensoriales, emocionales y sociales que varían de una persona a otra.
Desde una perspectiva interdisciplinaria, comprender la selectividad alimentaria implica reconocer que los hábitos y comportamientos alimentarios están profundamente conectados con la salud mental y el entorno social. Para los profesionales de la salud, el desafío radica en encontrar un equilibrio que garantice la nutrición adecuada y promueva el bienestar a largo plazo. En el ámbito educativo, la selectividad alimentaria puede influir en la dinámica escolar, impactando la integración social y la autoestima, especialmente en edades tempranas.
A lo largo del ciclo vital, los cambios en las preferencias alimentarias no solo responden a factores biológicos, sino también a experiencias personales, cultura y relaciones interpersonales. Este curso busca capacitar a profesionales de la salud y la educación para que comprendan, desde un enfoque integral y humano, cómo abordar la selectividad alimentaria, adaptando las intervenciones a las necesidades y realidades de cada persona, respetando sus ritmos y particularidades.
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