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Comprensión clínica-forense de los agresores sexuales

Las agresiones sexuales representan una preocupación creciente en la sociedad actual. El aumento de denuncias de este tipo ha dejado en evidencia la falta de instrucción sobre este tema. Es relevante informarse y comprender las dinámicas y características de los agresores sexuales para intervenir y proteger a otros de estas situaciones complejas.

 

Comprensión clínica-forense de los agresores sexuales

Existe una delicada discusión en torno a los agresores sexuales, ya que involucra diversos aspectos psicológicos, sociales y legales. Es por esto, que es relevante abordar este tema de manera seria, sensible y responsable, ya que puede tener un impacto significativo en la sociedad.

Primero, hay que establecer y reconocer que cualquier agresión de tipo sexual es una violación grave de los derechos humanos. En consecuencia, es esencial que los profesionales del área de la salud mental tengan nociones sobre este tema entendiendo sus consecuencias legales y psicológicas.

En este sentido, es importante recalcar que existe una gran cantidad de personas que han sido abusados desde temprana edad. Dentro de los datos que conocemos, arrojados por estudios de la Unión Europea y Estados Unidos, señalan que entre un 11% y un 18% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia sexual desde los quince años, siendo mayoritariamente los agresores conocidos de la víctima. (SGIP 2009-2016 en Herrero Mejías).

¿Qué características tienen algunos abusadores?

Es común en los casos de agresiones sexuales, que los abusadores muestren un aspecto de confianza a sus víctimas, ya que no desean levantar ninguna sospecha en ellos ni en el entorno en el que se desenvuelven.

De acuerdo a esto, en el caso de los abusadores de menores, estos buscan establecer en su mayoría un vínculo cercano con sus víctimas, para así facilitar el inicio del abuso.

Es posible señalar que la categoría de “agresores sexuales” comprende a una población variada y amplia, que va desde el tipo de delito cometido hasta sus características personales, como su educación, estilo de vida, psicopatología, el consumo de sustancias, etc.

Las conductas sexuales y violentas en estas personas yacen desde múltiples facetas que se interconectan. Estas conductas pueden ser producto de factores psicológicos, sociales y biológicos, que vienen a formar parte de cada historia personal.

De acuerdo a esto, debemos comprender diversos modelos. Algunos abordan desde una perspectiva unifactorial, buscando una causa dominante detrás, y otros, multifactoriales, buscan múltiples elementos interconectados.

Pornografía infantil en internet

La pornografía infantil en internet es una de delincuencias sexuales más alarmantes y graves actualmente. Esta manifestación de abuso y explotación infantil no solo perpetúa el daño a las víctimas, sino que también crea una demanda sórdida y perversa en el submundo delictivo.

Con el alcance global que tiene la tecnología, esta forma de delincuencia sexual se propaga a velocidades alarmantes, desafiando los esfuerzos de las autoridades para combatirla.

No obstante,  es importante destacar que la mayoría no presentan escalada criminal; en algunos estudios retrospectivos hechos con muestras de victimizadores infantiles hallaron un 17% que progresan a contacto sexual (presencial) con niños (Wolak et al, 2005).

Agresores online y grooming

Este término hace referencia al proceso virtual en el cual una persona adulta se gana la confianza de un menor de edad, con el objetivo de obtener algún tipo de beneficio o contacto sexual.

Agresores Duales

Los agresores duales son aquellas personas que descargan contenidos de explotación sexual infantil y además, agreden sexualmente a niños, produciendo en variadas ocasiones material con sus víctimas.

¿Podemos hablar de una orientación sexual pedófila?

Si los individuos reconocen un interés sexual hacia niños/as pero no experimentan sentimientos de vergüenza, ansiedad o culpa debido a esos impulsos parafílicos, no se sienten limitados funcionalmente según su propia percepción, y señalan que nunca han actuado conforme a esos impulsos, entonces podemos considerar que tienen una orientación sexual de pedofilia, pero no necesariamente un trastorno de pedofilia. (Parafilia)

Por otra parte, existen personas que se han acercado con intenciones sexuales hacia niños/as pero niegan su atracción y señalan que el contacto físico fue no intencionado y no sexual. De acuerdo a esto, a pesar de sentir atracción pueden ser diagnosticados con un Trastorno de Pedofilia si hay pruebas de comportamientos durante al menos 6 meses.

Algunos aspectos psico – legales

Dentro de los parámetros psico-legales encontramos conceptos como:

  • Delincuente sexual: no es una realidad psicológica ni un tipo de personalidad, un delincuente sexual puede tener diversos comportamientos. Es el término legal que se asigna a quien se involucra en un comportamiento sexual ilegal de acuerdo a las leyes de cada país.
  • Diagnóstico Psiquiátrico de Parafilia: una conducta sexual desviada, como Pedofilia, Voyerismo, Sadismo, etc.

Evaluación de agresores sexuales o acusados por delitos sexuales

Para los profesionales encargados de la evaluación de personas que han realizado agresiones o delitos sexuales, es necesario indagar en ciertos aspectos importantes:

  1. Antecedentes judiciales de violencia o delitos sexuales.
  2. Historia familiar temprana: experiencias traumáticas, maltrato, abandono, negligencia, agresiones sexuales, drogadicción, etc.
  3. Rasgos y Trastornos de personalidad.
  4. Patología psiquiátrica.
  5. Consumo de alcohol, drogas ilegales, psicofármacos.
  6. Vida familiar: matrimonial, paternidad, maternidad.
  7. Estrategias de resolución de conflictos: empatía, habilidades sociales.
  8. Análisis de dinámica delictual.
  9. Vivencia del examinado durante la narración del hecho delictual.
  10. Estilo de apego.
  11. Vida sentimental
  12. Vida sexual.
  13. Conductas disociales en la adolescencia.
  14. Cualquier aspecto de relevancia según cada caso.

Algunas características ambientales del abusador

El ambiente y círculo familiar de cada persona es esencial para la formación educativa y el comportamiento que tendrá cada individuo. Es por ello, que cuando ocurren casos de agresiones sexuales, se debe indagar un poco más allá en el individuo, para reconocer y estudiar el origen o influencias de esas conductas.

Dentro de las características más comunes, encontramos rasgos del ambiente familiar que ejercen una influencia significativa en la persona:

  • Patologías sexuales en los progenitores
  • Sistema familiar caótico o inestable
  • Distanciamiento de las relaciones o la no existencia de ellas.
  • Situaciones familiares psiquiátricas
  • Ser testigo de una infantil o juvenil de una violencia familiar cercana. Por ejemplo, a un hermano.
  • Resistencias familiares al reconocimiento de la victimización y explotación sexual.
  • Victimización física o sexual de los progenitores.
  • Historias de previos abusos sexuales en algún miembro de la familia.

Es importante que todas las personas, ya sean profesionales o no, logren comprender estas complejas dinámicas para prevenir y abordar estos delitos, y proteger a las víctimas, trabajando hacia una sociedad más segura y respetuosa de los derechos humanos.

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