Intervención clínica con familias de adolescentes transgénero

Las identidades transgénero plantean importantes desafíos a la perspectiva psicosocial dominante con que se concibe y aborda el sexo y el género. Desde la salud mental, estos desafíos invitan a repensar nuestros marcos de trabajo para construir espacios terapéuticos más inclusivos, empáticos y actualizados.

En el caso de adolescentes trans, la intervención clínica no debe centrarse solo en la persona, sino también en su entorno familiar, considerando la importancia de un acompañamiento integral. Tal como señala el psicólogo y docente PhD (c). Mg. Ps. Christian Spuler, “cuando un chique sale del clóset, sus padres entran”, haciendo alusión al profundo impacto que tiene este proceso de revelación en la familia.

Por eso, el acompañamiento terapéutico debe ser multidisciplinario, y contar con profesionales de la salud mental preparados para trabajar con diversidad de género, brindando apoyo tanto al adolescente como a sus cuidadores.

Diversidad de género y adolescencia transgénero: implicancias clínicas

Una persona trans puede elegir entre una amplia gama de posibilidades en cuanto a identidad y expresión de género. Estas no se limitan al binarismo hombre-mujer, y además pueden ser fluidas o cambiar con el tiempo. Comprender esta variabilidad es esencial para ofrecer un apoyo clínico respetuoso, afirmativo y basado en la realidad de cada joven.

Como recalca el profesor Spuler, las trayectorias identitarias son diversas, y deben ser acompañadas desde una actitud de apertura. Esto implica entender que la transición no es una única forma de vivir la identidad de género, sino un proceso profundamente individual y contextual.

La transición en adolescentes transgénero y su impacto en la salud mental

Es importante aclarar que la identidad de género no es una enfermedad mental, como lo establece claramente el DSM-5. Sin embargo, muchas personas trans pueden experimentar disforia de género u otros malestares psicológicos como consecuencia del rechazo social o familiar.

En este contexto, la labor de los profesionales de la salud mental es fundamental. Su rol no es corregir, sino acompañar. Las intervenciones deben facilitar que el o la adolescente explore su identidad, encuentre formas de expresión que le resulten auténticas y cómodas, y pueda integrarse a su entorno de manera segura.

El rechazo por parte de madres, padres o cuidadores —lamentablemente frecuente tras la revelación de la identidad de género— puede tener consecuencias severas. Según explica Spuler, este rechazo “produce un desmedro en la calidad de vida del adolescente” y está directamente relacionado con cuadros de ansiedad, depresión e incluso riesgo suicida.

“La evidencia internacional muestra que el riesgo de suicidio se triplica o incluso se quintuplica cuando un adolescente trans es rechazado por su familia”, advierte.

¿Qué sucede con la familia ante la revelación de la identidad transgénero?

La transición de un adolescente no ocurre en el vacío: también impacta profundamente a su entorno más cercano. Para madres, padres o cuidadores, este momento puede significar una etapa de ajustes emocionales, cuestionamientos y reconfiguración de roles.

Según el docente Christian Spuler, muchas familias experimentan sentimientos de frustración, miedo, culpa o una sensación de haber fallado como figuras parentales. Preguntas como “¿qué hice mal?” o tensiones entre cuidadores suelen aparecer, alimentando una narrativa marcada por la incertidumbre y el malestar.

Sin embargo, a medida que logran comprender la vivencia del adolescente, muchas familias se movilizan desde la incredulidad inicial hacia formas más afirmativas de acompañamiento. Para ello, es clave contar con espacios terapéuticos donde puedan elaborar sus emociones, resignificar sus creencias y construir una nueva narrativa desde la empatía, el respeto y el apoyo activo.

¿Qué es una intervención clínica afirmativa en adolescentes transgénero?

La psicoterapia efectiva en población trans no depende de una técnica única, sino de un principio transversal: la posición afirmativa. Este enfoque propone que el o la terapeuta no solo entienda a nivel cognitivo la vivencia del adolescente, sino que valide, acompañe y fomente su desarrollo identitario.

“La posición afirmativa no es opcional: debe estar presente en cualquier tipo de intervención, ya sea individual, familiar, grupal o comunitaria”, enfatiza Spuler.

Adoptar esta postura implica evitar el juicio, validar la identidad del adolescente tal como la expresa y ayudar a reducir el sufrimiento emocional asociado al proceso de transición, reconociendo el contexto sociocultural en que se desenvuelve.

Desafíos para profesionales y formación en psicología para acompañar a adolescentes transgénero

Uno de los principales obstáculos para brindar una atención de calidad es la falta de formación específica en diversidad sexual y de género. Spuler identifica dos bloques principales de desafíos:

1. Capacitación de profesionales en ejercicio, que muchas veces no cuentan con herramientas o marcos de referencia adecuados para acompañar a adolescentes trans.
2. Limitaciones en la formación universitaria, ya que la mayoría de los programas de pregrado en psicología no incluyen contenidos sistemáticos sobre diversidad sexual y de género.

“Es necesario abrir espacios formativos donde podamos compartir experiencias, analizar casos clínicos reales y reflexionar éticamente sobre nuestro rol como terapeutas”, propone.

Referencias

• Asociación Americana de Psiquiatría. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5.ª ed.). Editorial Médica Panamericana.
• Human Rights Campaign. (s.f.). Preguntas frecuentes sobre el tema transgénero. https://www.hrc.org/resources/preguntas-frecuentes-sobre-el-tema-transgenero

¿Quieres profundizar en el tema? Te invitamos a ver la entrevista completa que tuvimos con el PhD(c) Mg. Ps. Christian Spuler.