La agorafobia es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo intenso y desproporcionado a situaciones en las que escapar puede ser difícil, o en las que podría ser complicado recibir ayuda si se experimentan síntomas incapacitantes. Este temor a menudo conduce a la evitación de actividades como estar en multitudes, usar transporte público o salir de casa solo.
El diagnóstico puede estar relacionado con ataques de pánico, aunque puede desarrollarse de manera independiente.
Signos y síntomas de la agorafobia
Las personas con agorafobia experimentan un miedo marcado o ansiedad en diversas situaciones que suelen incluir:
- Uso de transporte público.
- Estar en espacios abiertos (como estacionamientos o puentes) o cerrados (como tiendas o supermercados).
- Hacer fila o estar en una multitud.
- Salir de casa solo.
El miedo en la agorafobia surge de la creencia de que escapar de ciertas situaciones sería complicado, o que no habría ayuda disponible en caso de experimentar un ataque de pánico u otros síntomas incapacitantes o embarazosos. Estas situaciones, de manera casi constante, generan una respuesta de ansiedad intensa, lo que lleva a la persona a evitarlas activamente.
Para que se cumplan los criterios diagnósticos, los síntomas deben persistir durante al menos seis meses y provocar un deterioro significativo en el ámbito social, laboral o en otras áreas importantes de la vida de la persona.
Diagnóstico de la agorafobia
El DSM-5 define los siguientes criterios diagnósticos para la agorafobia:
- Miedo o ansiedad intensa en al menos dos o más de las siguientes situaciones: transporte público, espacios abiertos, espacios cerrados, estar en una multitud o estar solo fuera de casa.
- Las situaciones temidas casi siempre provocan ansiedad y suelen ser evitadas activamente.
- El miedo es desproporcionado al peligro real de la situación.
- La duración es de seis meses o más.
- Este miedo causa malestar clínicamente significativo o afecta gravemente el funcionamiento social o laboral.
- No se puede explicar mejor por otro trastorno mental.
Tratamiento de la agorafobia
El tratamiento más eficaz para la agorafobia es la terapia cognitivo-conductual (TCC), en particular la terapia de exposición, donde el paciente se enfrenta gradualmente a las situaciones temidas.
El uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) también es común, sobre todo en casos donde la agorafobia coexiste con otros trastornos, como el trastorno de pánico o la depresión.
