Descripción de Programa
Las agresiones sexuales infantiles, constituyen un problema psicosocial, de salud pública, y además una cuestión jurídica, ya que son constitutivas de delito actualmente en Chile. Las consecuencias de las agresiones sexuales entrañan un sufrimiento intenso tanto para la víctima como para su entorno familiar.
Según Ludwig (2001) muchos expertos creen que las agresiones sexuales son una de las formas de maltrato con mayor cifra negra (casos no denunciados) debido a la “conspiración para el silencio”. Este autor sostiene que la incidencia real de las agresiones sexuales es desconocida. Se estima que menos de un 20% denuncia el episodio por miedo a represalias, vergüenza, desconfianza en el servicio judicial, etc. (Erdos, 1990 citado en Poblete & Varas, 1994). A lo anterior se suma que muchas veces los niños/as víctimas no cuentan con las herramientas comunicativas necesarias para contar lo sucedido o no reconocen la acción abusiva como tal (Johnson, 2004).
Algunas estadísticas en Chile, como las obtenidas por el Servicio Médico Legal de Santiago y el Centro de Asistencia a Víctimas de Atentados Sexuales (Centro de Atención a Víctimas de Atentados Sexuales [CAVAS], 2004; Servicio Médico Legal [SML], 2001) permiten establecer que la gran mayoría de las agresiones sexuales infantiles son cometidas por un familiar o conocido de la víctima, así como que el delito de abuso sexual es el que aparece con mayor prevalencia, en comparación con el de violación y otras agresiones sexuales.
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