Un ataque de ansiedad es un episodio repentino de miedo intenso que involucra síntomas físicos tales como: palpitaciones, sensación de ahogo, temblores, entre otros. Los motivos y/o causas de este tipo de ataques, son diversos y depende de la persona y su historial clínico.
El estrés, la ansiedad y distintos trastornos de salud mental, tienen estrecha relación con este tipo de ataques. En la actualidad existen diversos tratamientos para mejorar la calidad de vida de quienes padecen ataques de ansiedad.
En este artículo profundizaremos en qué es un ataque de ansiedad, cómo controlarlos y las diferencias que existen con un ataque de pánico. Entrevistamos al Doctor en Psicología y Magíster en Psicología, Felipe García para profundizar en esta temática.
¿Qué es un ataque de ansiedad?
Un ataque de ansiedad se caracteriza por un episodio de miedo o malestar intensos que en pocos minutos alcanza su máxima intensidad. Para el experto y doctor en Psicología, Felipe García, el ataque de ansiedad “es una respuesta intensa de ansiedad con un correlato fisiológico fuerte, existe taquicardia, agitación respiración , sudoración, etc.
Algunos de estos síntomas pueden incluir:
- Sensación de irrealidad o despersonalización.
- Palpitaciones o latidos cardíacos acelerados.
- Sudoración.
- Temblores o sacudidas.
- Tensión muscular.
- Sensación de ahogo o falta de aire.
- Sensación de opresión en el pecho.
- Náuseas o vómitos.
- Mareos o desmayos.
- Debilidad o entumecimiento.
Revisa nuestro glosario sobre qué es una crisis de ansiedad.
¿Cómo controlar un ataque de ansiedad?
Los ataques de ansiedad surgen cuando la persona se siente en peligro. Es por ello, que para controlar este tipo de suceso, es esencial tomar medidas externas y afectar la fuente de peligro: resolverla, alejar a esta persona.
Una vez que la persona ya no está en situación de riesgo, Felipe García recomienda trabajar en bajar los niveles de intensidad fisiológica a través de técnicas de respiración, relajación.
“Lo importante es que la persona entienda que el ataque de ansiedad es una respuesta condicionada por la situación de riesgo, externa o interna. La manera más adecuada de enfrentarlo es permitirle que despliegue su intensidad. Es decir, no resistirse”, afirmó el experto.
En esa misma línea, si tu o alguien que conoces experimenta un ataque de ansiedad, te puede ayudar:
- Tratar de calmarse y relajarse. Realizar ejercicios de respiración e intentar concentrarse en algo que entregue calma, ya sea en la misma respiración o una imagen relajante.
- Encontrar un lugar seguro, es decir, estar en un espacio que te permita estar en en calma y que te aleje de la situación que pudo desencadenar el ataque.
- Si tienes un medicamento recetado para la ansiedad, puedes tomarlo según las indicaciones de su médico.
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¿Es lo mismo un ataque de pánico que de ansiedad?
Existen muchas dudas al respecto si un ataque de pánico o de ansiedad son iguales o existen diferencias entre si. Según Felipe Garcia, un ataque de ansiedad o de pánico, en cuanto a sintomatología no existen grandes distinciones.
No obstante, entorno al lenguaje, si existen algunas diferencias. “El ataque de pánico es el miedo hacia una respuesta interna, por ejemplo, la posibilidad de estar sufriendo un infarto. En el caso de la ansiedad, tiene un componente más externo, por ejemplo, una prueba que estás a punto de rendir”, explicó el experto.
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¿Cómo diferenciar un ataque de ansiedad?
Las crisis pueden ser sucesos de tensión. La ansiedad es una preocupación constante con activación fisiológica pero no en forma de crisis, no viene todo de una vez. En el ataque de ansiedad es una respuesta fisiologica tan intensa que las personas se sienten desbordadas.
Para Felipe Garcia, los tratamientos que recomienda para personas que viven ataques de ansiedad son: Terapia Sistémica Breve y la Terapia Cognitivo Conductual. “Yo siempre recomiendo la terapia sistémica breve porque trabaja con los recursos de las personas, implica que la persona toma las decisiones de cuanto se aproxima o se aleja del estímulo que le causa miedo”, finalizó.
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