SOLO POR HOY 😱 Usa los cupones SAN-CURSOS y VALENTIN-DIPLOS para un descuento extra!
Letter testimonies
Flecha de Adipa

¿Por qué estudiaste psicología? Reafirmar nuestra vocación como brújula profesional

A lo largo de los años, la rutina puede hacer que los psicólogos se alejen del entusiasmo inicial que los llevó a elegir esta carrera. La pregunta clave es: ¿por qué elegí estudiar psicología?

En su columna de opinión, la docente y profesional Mg. Ps. Verónica Aliaga invita a reflexionar sobre la importancia de reafirmar nuestra vocación, un ejercicio vital para mantener el propósito en la práctica profesional.

¿Por qué estudiaste psicología? Reafirmar nuestra vocación como brújula profesional

banner05

La vida profesional puede convertirse en una rutina que, aunque funcional, nos aleja del entusiasmo inicial que nos llevó a elegir nuestra carrera. Como psicólogos, enfrentamos la dualidad de ser guías para otros mientras muchas
veces nos olvidamos de reconectar con nosotros mismos. Es por eso que, sin importar cuántos años hayan pasado desde que egresamos, es fundamental volver a preguntarnos: ¿por qué elegí estudiar psicología?

Esta no es solo una pregunta para los estudiantes o recién graduados; es una herramienta poderosa para los profesionales que, tras años de experiencia, pueden sentir que su propósito se ha diluido entre las demandas del día a día.

📘En este artículo, exploraremos la importancia de reafirmar nuestra vocación, cómo este ejercicio beneficia tanto a nuestra práctica como a nuestro bienestar personal, y ofreceremos herramientas para reconectar con nuestro propósito inicial.

La importancia de reconectar con nuestra vocación

La psicología es una profesión profundamente humana. Elegimos esta carrera porque en algún momento algo nos llamó: una inquietud por comprender al ser humano, el deseo de aliviar el sufrimiento de otros o incluso una experiencia personal que nos marcó. Sin embargo, con el paso del tiempo, es normal que este propósito inicial se nuble.

Según Viktor Frankl (2005), el propósito es una necesidad fundamental del ser humano. Para él, reconectar con nuestro propósito no solo nos orienta, sino que nos da fuerza en momentos de dificultad. En el ámbito profesional, esto significa recordar lo que nos llevó a dedicar nuestras vidas a esta profesión, a pesar de los desafíos que implica.

Para algunos, reconectar con su vocación puede ser un ejercicio de gratitud: reflexionar sobre todo lo que han aprendido y crecido desde sus primeros días como estudiantes. Para otros, puede ser una llamada al cambio, un recordatorio de que es posible ajustar el rumbo para alinearse mejor con sus valores y metas.

¿Cómo nace nuestra vocación?

La vocación, como concepto, se relaciona con un sentido profundo de llamado. En psicología, muchas veces encontramos que nuestros pacientes buscan su propósito o intentan conectar con aquello que les da sentido a sus vidas. Como profesionales, no somos la excepción.

Este llamado puede surgir de:

  • Una experiencia personal que nos marcó profundamente.
  • La influencia de un mentor o figura inspiradora.
  • El deseo de contribuir a un mundo más empático y consciente.
  • La fascinación por el comportamiento humano y las relaciones interpersonales.

Con el tiempo, esta motivación inicial puede evolucionar. La práctica profesional nos enfrenta a retos y aprendizajes que transforman nuestra perspectiva, pero el núcleo de nuestra vocación suele permanecer intacto. Reconocer este cambio como parte del crecimiento es esencial para mantenernos conectados con nuestro propósito.

Vocación y propósito: herramientas contra el desgaste profesional

El desgaste profesional o burnout es una realidad que afecta a una gran cantidad de psicólogos. La exposición constante a las historias de otros, las jornadas extensas y la presión de desempeñar múltiples roles pueden minar nuestra motivación.

El papel del propósito en nuestra resiliencia

Martin Seligman, en su modelo PERMAH, destaca que encontrar sentido en nuestro trabajo mejora nuestra satisfacción laboral y potencia nuestro bienestar general (Seligman, 2011). Este sentido de propósito no solo nos ayuda a
mantenernos motivados, sino que actúa como un factor protector frente al desgaste profesional.

Reconectar con nuestra vocación nos recuerda que nuestra labor no es solo un trabajo, sino una contribución significativa a la vida de otros. Esto nos permite enfrentar los desafíos de manera más resiliente y con una perspectiva renovada.

Burnout y la desconexión vocacional

Christina Maslach, investigadora pionera en el estudio del burnout, describe que una de sus principales causas es la desconexión entre los valores personales y las demandas del trabajo (Maslach & Leiter, 2016). Para los psicólogos, esta desconexión puede surgir cuando sentimos que estamos atendiendo más a los sistemas y procesos que a las personas.

Reconectar con nuestra vocación no implica idealizar nuestra práctica, sino aceptar sus luces y sombras. Significa reconocer nuestras limitaciones y necesidades, y buscar maneras de alinear nuestro trabajo con nuestros valores personales.

Reafirmar nuestra vocación en la práctica diaria

La reafirmación de la vocación no es un ejercicio aislado; es un proceso continuo que puede integrarse en nuestra práctica diaria. A continuación, exploraremos algunas estrategias para lograrlo:

  1. Autoobservación consciente: Dedicar tiempo a reflexionar sobre nuestras emociones y pensamientos en torno a nuestra práctica profesional. ¿Qué nos genera satisfacción? ¿Qué nos frustra? Este ejercicio nos ayuda a identificar áreas que necesitan atención.
  2. Buscar formación continua: Participar en talleres, seminarios o lecturas especializadas puede ayudarnos a recordar por qué nos apasiona nuestra área de especialización. También puede abrirnos a nuevas formas de abordar los desafíos.
  3. Establecer límites saludables: Cuidar nuestra energía y establecer límites claros entre nuestra vida personal y profesional es esencial para mantenernos conectados con nuestro propósito.
  4. Celebrar los logros pequeños y grandes: Reconocer los momentos en los que hacemos una diferencia, por pequeña que sea, nos permite recordar el impacto positivo de nuestro trabajo.
  5. Compartir nuestra experiencia con colegas: Las conversaciones con otros profesionales pueden ser una fuente invaluable de apoyo y perspectiva. Compartir nuestras historias y escuchar las de otros nos recuerda que no estamos solos en este camino.

Preguntas para reflexionar sobre tu vocación

A continuación, encontrarás cuatro preguntas poderosas diseñadas para profundizar en tu conexión con tu vocación y propósito. Estas preguntas te invitan a mirar hacia adentro, explorar tu camino y abrirte a nuevas posibilidades:

  • ¿Qué sentiste la primera vez que imaginaste dedicarte a la psicología? Reflexiona sobre ese momento inicial. ¿Era curiosidad, entusiasmo, un llamado? Revisa esas emociones y pregúntate si siguen presentes hoy. Si no lo están, ¿qué ha cambiado?
  • ¿Qué aprendizajes importantes has obtenido de tu práctica profesional? ¿Cuáles han sido las experiencias que más te han marcado? Piensa en momentos específicos: una intervención exitosa, un paciente que te desafió, o una lección inesperada. ¿Cómo estos aprendizajes han moldeado tu visión de la psicología y de ti mismo(a) como profesional?
  • ¿Qué aspectos de tu práctica actual te conectan con tu propósito inicial? Identifica qué actividades te acercan más a esa chispa inicial. Por ejemplo, ¿disfrutas más de la intervención directa, la docencia, o la investigación ¿Cómo podrías incorporar más de lo que amas a tu rutina diaria?
  • ¿Qué necesitarías para sentirte más alineado(a) con tu vocación? Permítete cuestionar cómo te gustaría construir tu futuro profesional desde un lugar más consciente y conectado con tus valores.

Responder estas preguntas con honestidad puede ser revelador y transformador. Si encuentras que tus respuestas apuntan hacia un desajuste entre tus valores y tu práctica actual, recuerda que siempre estás a tiempo de ajustar el rumbo.

Reflexión final

Reafirmar nuestra vocación no es un proceso que ocurre de manera automática, ni es algo que se logra una sola vez. Es un camino continuo que requiere atención, tiempo y valentía para mirar hacia adentro.

Nuestra vocación no es estática, cambia con nosotros y se enriquece con nuestras experiencias.

Como psicólogos, nos dedicamos a guiar a otros en su búsqueda de significado, pero no debemos olvidar nuestra propia brújula interna. Reconectar con nuestro por qué es un acto de cuidado profesional que puede ayudarnos a mantenernos firmes, incluso cuando las circunstancias son desafiantes.

En palabras de Viktor Frankl: “Quien tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo“. Nuestra vocación y propósito son ese porqué. Si lo mantenemos vivo, podemos enfrentar con resiliencia y humanidad las demandas de nuestra profesión.

Y tú, ¿te has detenido a reflexionar sobre tu vocación?

Referencias

Frankl, V. (2005). El hombre en busca de sentido. Herder.

Seligman, M. (2011). La auténtica felicidad. Ediciones B.

Maslach, C., & Leiter, M. P. (2016). The Truth About Burnout: How
Organizations Cause Personal Stress and What to Do About It. Jossey-
Bass.

Csikszentmihalyi, M. (2008). Flow: Una psicología de la felicidad. Kairós.

aplausos Adipa aplausos Adipa
Aplausos
9

Valoraciones

0.0
No existe comentarios que mostrar

Programas relacionados que te pueden interesar

Te mantenemos informado

Ir a noticias

Te podría interesar el programa de:

Whatsapp
¿Necesitas ayuda?
ADIPA
Hola!
¿Cómo te podemos apoyar? Escríbenos