Camila Céspedes
Periodismo y Comunicaciones
Los trastornos por tics son un grupo de trastornos del neurodesarrollo que se caracterizan por la presencia de tics motoros y/o vocales repetitivos, involuntarios y repentinos. Estos tics pueden varias desde pequeños movimientos corporales, como parpadear, hasta movimientos más intensos como mover la cabeza o cierto tipo de movimientos bruscos.
Los trastornos por tics a menudo comienzan en la infancia y pueden variar de severidad a lo largo de la vida. Aquí exploraremos las implicancias de los TS, sus síntomas, factores desencadenantes y tipos de tratamientos.
En este sentido, los profesionales de la salud para diagnosticar, se apoyan en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), y es ahí, donde se establecen tres tipos de trastornos por tics:
Trastorno de Tourette o Síndrome de Tourette |
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Trastorno de Tic persistente (también llamado crónico) motor o vocal |
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Trastorno de Tic transitorio |
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Para ahondar en este tipo de trastorno, conversamos con la psicóloga María Belén Prieto, experta en la materia. Fue así como, la académica recalcó que el síndrome de Tourette (ST) es una condición del neurodesarollo, parte del espectro de trastornos por tics y se caracteriza por la presencia de tics motores y vocales, es decir, movimientos y sonidos involuntarios de curso fluctuante.
Bajo este marco, también mencionó que el “ST y otros trastornos de tics no son raros. Se estima que actualmente el 1% de la población mundial presenta ST u otros trastornos por tics”.
Al ser consultada respecto a las principales problemáticas que suelen enfrentar las personas que viven con este trastorno, Ma.Belén Prieto, explico que el ST tiene un aspecto bien amplio, en el cual para ciertas personas los tics pueden generar algunos deficit en su calidad de vida.
“Sin embargo, los tics son solo “la punta del iceberg” ya que el 90% de las personas con ST presentan comorbilidades, siendo las más comunes los trastornos de ansiedad, el trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, etc”.
Según menciona la académica, hay que tener claro que el ST es una condición crónica y por lo tanto no tiene cura. Sin embargo, tiene tratamiento. Por un lado, contamos con abordaje de tipo farmacológico y, por otra parte, a lo largo de los últimos años se ha avanzado en el desarrollo de nuevos abordajes con validez empírica de eficacia para el manejo de sus síntomas que arrojan resultados muy promisorios.
En las últimas décadas la terapia CBIT (Comprehensive Behavioral Intervention Treatment o Intervención global del comportamiento) surge como alternativa o complemento, de acuerdo al caso y criterio profesional, al tratamiento con fármacos.
La terapia CBIT es una técnica valiosa, que ha demostrado reducir la severidad de los tics en más del 50% de la población que la implementa. Es un abordaje conductual, en el cual se entrena al paciente en el manejo de técnicas basadas en conductas competitivas que lo ayudan a gestionar mejor sus tics.
María Belén Prieto señala, “que un tratamiento de comportamiento ayude a reducir la severidad de los tics es un paso adelante que refleja el entendimiento moderno de cómo el cerebro puede ser moldeado por el aprendizaje y el medioambiente”.
CBIT puede ser impartida por cualquier profesional de la salud mental que se entrene en la técnica. Es una herramienta altamente estructurada que responde a un protocolo y que suele tener una duración aproximada de 8-12 semanas o más de acuerdo al caso.
La realidad es que la mayoría de las personas con el síndrome de Tourette no usa lenguaje inapropiado de manera excesiva o descontrolada. Conocido como coprolalia, esto afecta solamente a aproximadamente 1 de cada 10 personas con el síndrome de Tourette
Tener el síndrome de Tourette significa que las personas presentan por lo menos dos tics motores diferentes y por lo menos un tic vocal, y que han tenido los tics por más de un año.
Tener un tic es difícil de controlar. Los tics motores y vocales del síndrome de Tourette son involuntarios, lo cual significa que las personas no los hacen a propósito. Aunque la causa exacta de los tics todavía no se conoce, muchas personas comparan la sensación de tener un tic con tener picazón o tener que estornudar. Se puede tratar de detener la sensación, pero finalmente es probable que las personas se rasquen o estornuden y se sientan un poco mejor hasta que vuelva el deseo. Cuando las personas tratan de controlar sus tics, esto les causa estrés y el tic podría emperorar.
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