El TDAH comúnmente aparece en la infancia y se considera como un trastorno cuando los comportamientos son intensos, generan dificultad e interfiere en la vida cotidiana de un niño.
Los niños y adolescentes que tienen un diagnóstico de Trastorno por déficit de atención con hiperactividad manifiestan tener dificultad para quedarse tranquilos, se le olvidan las cosas, no logran terminar tareas; lo que lleva a desarrollar frustración por no recordar y a su vez no ejecutar las tareas planteadas.
¿Cómo se comporta una persona con TDAH?
Son personas que no pueden estar quietas en un lugar y se levantan constantemente, mueven sus pies y manos, no esperan un turno para comunicarse o hacer actividades, corren saltan, pierden cosas, se distraen con facilidad y dejan tareas a media.
Además, con recurrencia les cuesta procesar información cuando se presenta en conjunto.
Existe predominancia en los síntomas del TDAH que tiene que ver con mayor presencia de hiperactividad e impulsividad en la etapa pre escolar, y déficit de atención en la etapa escolar y adolescencia.
Es importante, que una vez que los profesionales de la salud realizan el diagnóstico, hagan psicoeducación con el niño y sus padres, con el objetivo de que comprendan lo que sucede en su cerebro y cuerpo.
¿Hasta cuándo actúan así?
Este tipo de trastorno no se va, se origina cuando son niños pero se mantiene a lo largo del tiempo y vida de la persona, acompañándolo hasta su adultez.
Sin embargo, a medida que va madurando, los comportamientos y síntomas van modificándose, sin dejar de tener TDAH.
Niveles de TDAH
De acuerdo a la clasificación DSM -V, el trastorno puede ser:
- Predominantemente inatento: cuando hay mas presencia de dificultades en la atención.
- Predominantemente hiperactivo/impulsivo: cuando las características que predominan están orientadas a la hiperactividad o impulsividad.
- Tipo combinado: cuando hay presencia de ambas características.
Diagnóstico del TDAH
El TDAH puede comenzar a manifestarse a partir de los tres o cuatro años, no obstante, en esta etapa es difícil hacer un diagnóstico en estas edades, ya que hay características como inquietud motora, querer brincar, dificultad para atender, entre otras.
Es alrededor de los cinco, seis años en donde se puede hacerse un diagnóstico concreto.
Es importante que los profesionales manejen cómo abordar el trastorno porque esto va a ayudar al paciente a desarrollar habilidades sociales, académicas y/o personales de forma fluida.
Además, es importante también realizar el trabajo de funciones ejecutivas que ayudarán a:
- Incrementar los niveles de atención
- Regular emociones
- Controlar impulsos
- Mejorar el desempeño escolar.
- entre otros.
Todo esto, de la mano con el trabajo emocional de aceptar el diagnóstico.
¿Qué son las funciones ejecutivas?
Las funciones ejecutivas están relacionadas con trabajar y dirigir las habilidades cognitivas, con la finalidad de lograr el alcance de una meta.
En este caso, existen varias funciones ejecutivas que permiten lograr organizarse mentalmente y regular impulsos y emociones.
Además, las funciones ejecutivas permiten segmentar y poder planificar internamente lo que se necesita para alcanzar la tarea.
Por ejemplo:
- Analizar la tarea, comprender o conocer porque necesita hacerlo.
- Planear cómo hará la tarea.
- Dividirla en pasos (segmentarla).
- Establecer el tiempo para ejecutar cada paso.
- Hacer algunos ajustes en caso de necesitarlo.
¿Qué aspectos debe tener un buen abordaje clínico frente a personas con TDAH?
En primer lugar es importante tomar en cuenta la evaluación de síntomas. Para ello, se pueden utilizar pruebas como el test EDAH, o el de CONNERS.
En este caso es importante evaluar las funciones ejecutivas, ya que nos van a permitir medir cómo el paciente va respondiendo ante determinados estímulos, evaluando su atención e inteligencia.
Con los resultados de la evaluación, se inicia el proceso de terapia y trabajo escolar.
- En el proceso terapéutico se trabajan las deficiencias presentes en cada persona, como las habilidades de atención selectiva, sostenida y dividida según sea le caso, la regulación emocional, el control de impulsos, etc.
- Mientras que en el proceso escolar, se debe trabajar en entregar herramientas escolares que puedan favorecer al niño y a su desarrollo intelectual y social.
Relevancia de la familia
Las familias son un eje fundamental en el trabajo de niños y adolescentes con TDAH.
Con el apoyo familiar y escolar, se pueden lograr avances significativos al sentir el apoyo y la validación que puedan sentir por parte de su entorno cercano.
Muchas veces el diagnostico lleva a etiquetar los comportamientos como “niño malo”, y el apoyo familiar generará mayor confianza y mayor adherencia al tratamiento.
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