PhD. Mg. Ps. Ana María Gallardo
Doctora en Psicoterapia. Magister en Psicología, y...
La autoestima es una parte relevante de la salud psicológica-emocional, que se entiende como la valoración y aceptación de uno mismo. De acuerdo a ello, actualmente existen varias técnicas y enfoques terapéuticos que proporcionan una ayuda en el área de mejora de autoestima en terapia.
En este artículo de Adipa, te contaremos todo.
El concepto de autoestima, viene desde una valoración, sea positiva o negativa, que una persona hace sobre sí mismo en varios ámbitos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), lo describe como “un estado completo de bienestar que tiene en cuenta tanto el aspecto social, como el físico y psicológico, que va más allá de problemas o enfermedades”. En este sentido, tener un autoestima saludable es esencial para la confianza que se tiene a la hora de tomar decisiones y resolver problemas.
Sin embargo, muchas personas sufren de autoestima baja, lo que lleva a ser un obstáculo para el bienestar emocional y social, lo que puede repercutir en áreas laborales y sentimentales.
Es por esto, que la terapia puede ayudar a tratar estos casos, a través de la exploración de pensamientos, patrones, conductas y adquisición de herramientas y/o técnicas especiales.
Trabajar el autoestima en terapia es uno de los puntos claves para mejorar varios aspectos emocionales y psicológico de las personas. No obstante, cada persona es un mundo, por lo que es relevante recordar que lo que funciona para uno puede no funcionar para otro, por eso que el estudio previo que hace el terapeuta es tan esencial para saber cómo manejar la situación.
El enfoque interseccional es una manera de comenzar a trabajar en lo que puede haber causado un deterioro en la autoestima de una persona.
Este enfoque, nos ayuda a entender qué es lo que provoca esta baja de valor y cómo diferentes experiencias e identidades pueden influir en que el autoestima sea positivo o negativo. Además, toma en cuenta los factores culturales y socio-políticos, que pueden afectar en la formación del autoestima.
Respecto a los datos que se recaudan desde este estudio, podemos determinar cómo abordar el proceso terapéutico para ayudar a las personas a desarrollar una autoestima saludable.
Por ejemplo, si en específico te detienes a observar cómo el paciente se trata físicamente, debes revisar los mandatos sociales asociados al cuerpo de las personas, sobre todo en casos de cuerpos socialmente no aceptados.
Hay diferentes terapias que pueden abordar la falta de autoestima, como:
Algunas de las prácticas que se utilizan comúnmente a la hora de reforzar la autoestima son:
Gracias a estudios del área, se ha visto que la autoestima es un factor protector respecto a la psicopatología que puedas tener, ya que puede resguardar psicológicamente a una persona frente a desafíos difíciles y dificultades emocionales que se presenten.
Por ejemplo, si estás cruzando un periodo de estrés o estás con un tema emocional importante, la autoestima te puede proteger del impacto que tiene sobre ti.
Además, la autoestima también puede ser un factor protector contra factores externos, como el acoso, burlas o la discriminación. Las personas con una autoestima positivo tienden a defenderse en situaciones que se ven atacados y no dejan que las opiniones negativas de otros les afecten de manera significativa.
Como plataforma dedicada al área de la psicología, los dejamos invitados a reflexionar sobre estos aspectos y a indagar más allá, para aplicar estas técnicas en sus terapias.
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