La autolesión no suicida (ALNS) es un comportamiento de daño físico intencionado sin intención de muerte, común en la adolescencia y asociado a otros trastornos mentales.
La Autolesión No Suicida (ALNS) es un comportamiento recurrente donde los individuos se causan daño físico sin la intención de acabar con su vida. A pesar de que las formas de autolesión pueden coincidir con intentos de suicidio —como cortarse con una cuchilla de afeitar—, en el caso de la ALNS, la intención no es letal.
Este diagnóstico se basa en la ausencia de intenciones suicidas, las cuales pueden ser afirmadas explícitamente por el paciente o inferidas a partir de la repetición de métodos no letales.
El diagnóstico de ALNS requiere excluir comportamientos suicidas y evaluar detalladamente el tipo, frecuencia y función de las autolesiones, así como los trastornos psiquiátricos coexistentes.
La estimación del riesgo de suicidio y la disposición del paciente para participar en el tratamiento son esenciales para un plan terapéutico adecuado.
No existen medicamentos aprobados específicamente para tratar la ALNS, aunque algunos pacientes han mostrado mejoría con naltrexona y antipsicóticos de segunda generación.
Las principales intervenciones terapéuticas son las psicoterapias, como la terapia cognitivo-conductual y la terapia dialéctica conductual. Estas ayudan a los pacientes a modificar sus patrones de pensamiento y comportamiento destructivo, ofreciendo alternativas más saludables frente al estrés y las emociones negativas.
Fuente: Manual DSM-5.
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