Ps. Brenda Viviana Maldonado Aranda
Es Licenciada en Psicología por la Universidad...
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Aprender sobre inteligencia emocional y resiliencia nos permitirá ser más conscientes de nuestras emociones y pensamientos diarios, lo que ayudará y cambiará positivamente nuestra calidad de vida.
Conoce qué son a través de este artículo de Adipa.
La inteligencia emocional y la resiliencia son dos habilidades fundamentales que nos permiten afrontar de manera efectiva los desafíos de la vida.
Ambas habilidades están relacionadas con la forma en que procesamos y regulamos nuestras emociones, y nuestra capacidad para adaptarnos a situaciones difíciles.
Cuando hablamos de inteligencia emocional, nos referimos a la capacidad de reconocer, comprender y manejar nuestras propias emociones, asimismo, comprender las emociones de los demás.
Además, la inteligencia emocional implica tener habilidades de autoconocimiento, como:
En este misma línea el psicólogo, Daniel Goleman, reconocido por su trabajo sobre la inteligencia emocional, señaló que los aspectos más relevantes de la IE son:
Es la capacidad que tiene el ser humano para reaccionar y recuperarse ante situaciones adversas o traumáticas, saliendo fortalecidos para afrontar la vida de manera creativa y optimista.
Una definición corta y sencilla según Boris Cyrulnik, es “iniciar un nuevo desarrollo después de un trauma”.
La inteligencia emocional y la resiliencia están estrechamente relacionadas porque ambas se enfocan en la capacidad de una persona para enfrentar y superar situaciones desafiantes.
La inteligencia emocional es necesaria para desarrollar la resiliencia, ya que permite a una persona reconocer y regular sus emociones en situaciones adversas. Esto puede ayudar a la persona a encontrar soluciones más efectivas y afrontar mejor los problemas. Por otro lado, la resiliencia también puede ayudar a mejorar la inteligencia emocional, ya que al enfrentar situaciones difíciles, la persona puede aprender a controlar sus emociones y a manejar mejor su estrés.
En resumen, la inteligencia emocional y la resiliencia son habilidades complementarias que pueden ayudar a una persona a enfrentar mejor las adversidades de la vida y a lograr un mayor crecimiento personal.
Existen maneras de cultivar tanto la inteligencia emocional como la resiliencia, sin embargo, no es sencillo proporcionar una serie de pasos genéricos sin tener en cuenta el contexto individual, ya que se trata de un proceso que se va construyendo día a día.
Sin embargo, una de las herramientas más valiosas y accesibles que podemos utilizar en todo momento es la respiración, ya que nos permite regular nuestras emociones y mantener la calma. Además, es fundamental reconocer cuando algo nos está afectando para poder trabajar en ello de manera consciente y efectiva.
Las personas que logran desarrollar la inteligencia emocional y la resilencia definitivamente tienen una vida más armoniosa, ligera, con mejores relaciones interpersonales.
Además, son capaces de resolver conflictos de manera adecuada y de mantener mayor congruencia.
Las emociones son una reacción psicofisiológica, que aparece como respuesta ante un estímulo interno o externo que ayudan al ser humano a la supervivencia.
En este sentido, uno de los desafíos diarios es aprender a reconocer las emociones:
Esto ayudará a continuar desarrollando esta práctica.
El control emocional es una habilidad que se debe desarrollar a lo largo de la vida. Aunque es comprensible que los bebés y los niños pequeños tengan dificultades para regular sus emociones, es importante que vayan aprendiendo sobre cómo regular sus emociones.
Si no se aprende a identificar y regular las emociones desde temprana edad, las personas pueden desarrollar patrones de disfrazar o reprimir sus emociones, lo que puede llevar a problemas emocionales y de salud mental a largo plazo. Por lo tanto, es esencial fomentar la educación emocional desde la infancia para desarrollar habilidades saludables de regulación emocional y gestionar adecuadamente las situaciones estresantes y adversas que puedan surgir en la vida.
Una de las herramientas que mejor funciona en la regulación emocional es la respiración diafragmática, ya que se puede utilizar de diferentes formas de acuerdo a la adaptación de cada persona. Esta herramienta ayuda a disminuir la respuesta del cuerpo al estrés y la ansiedad, lo que puede llevar a una sensación de calma y relajación.
¿En qué consiste? La respiración diafragmática es una técnica de respiración profunda que implica la contracción del diafragma, un músculo ubicado debajo de los pulmones. Al respirar con el diafragma, se inhala más aire y se oxigena mejor el cuerpo, lo que puede tener beneficios para la salud física y mental. Esta técnica también se conoce como respiración abdominal o respiración profunda.
A pesar de la importancia de la inteligencia emocional, aún existen ciertos obstáculos que impiden que muchas personas desarrollen sus habilidades emocionales. Principalmente por:
Muchas personas todavía creen que las emociones son algo que deben ser suprimidas o ignoradas, lo que puede llevar a problemas de salud mental y en las relaciones interpersonales, afectando cada área de la vida del ser humano.
Es importante aprender sobre ello, ya que con la inteligencia emocional podemos lograr un bienestar integral personal y en cada uno de los espacios en los que el ser humano de desenvuelven. Además para mejorar nuestras relaciones interpersonales, fluir, confiar y disfrutar del día a día de una forma armoniosa. Así llegar a tener una mejor calidad de vida, permeando alrededor mejores espacios y tener un mejor lugar donde vivir.
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