Responsabilidades parentales en tiempos actuales
[7:29] El ejercicio de ser padre está cada vez más difícil debido a las exigencias y conocimientos actuales, lo que genera críticas hacia la academia y la literatura de parentalidad. Se han creado escalas de habilidades parentales, pero su interpretación literal puede llevar a errores. El éxito individualista y la competitividad del modelo cultural actual también influyen en la forma en que se entiende ser padre. Además, hay menos comunidad y compartición entre padres en la actualidad, lo que dificulta la crianza.
A pesar de la diversidad familiar actual, lo importante es la dinámica interna de la familia. La pandemia ha revelado la necesidad de un cambio y una mayor sensibilidad hacia las situaciones de vulneración de derechos.
La crisis de parentalidad y la de cuidado son temas importantes a abordar para entender esta nueva lógica de funcionamiento.
Parentalidad intensiva
[17:48] En la actualidad, hay una presión social y económica sobre los padres para seguir un concepto ideal de crianza, lo que genera opresiones físicas y emocionales. Ser un buen padre implica tener dinero en un modelo neoliberal, y hay presiones para tener asesoramiento de especialistas para criar a los hijos.
Hay una tendencia al determinismo parental, donde se asume que la responsabilidad del cuidado recae en la madre. También hay una presión para garantizar el éxito de los hijos en términos académicos, lo que puede llevar a la pérdida de autonomía de los niños.
La conciencia del riesgo ha llevado a exageraciones en los cuidados y ha disminuido el crecimiento normal de los niños.
Rol de género
[41.38] Se ha producido un cambio cultural en Chile en las últimas décadas en cuanto a la familia y los roles de género. Anteriormente se consideraba que la familia ideal era nuclear, biparental y heterosexual, y que las labores de cuidado y afecto estaban reservadas a las mujeres. Actualmente, la sociedad chilena está transitando hacia una mayor aceptación de nuevos modelos de familia, como las homoparentales y uniparentales, y se cuestiona la distribución tradicional de roles de género.
Se promueve la idea de una corresponsabilidad en las labores de crianza y domésticas entre los padres y se buscan políticas públicas que fomenten la conciliación trabajo-familia y valoren el cuidado como una labor importante.
A pesar de los avances, aún hay desafíos en la implementación de políticas y cambios culturales que promuevan una verdadera igualdad de género.
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