Los test vocacionales son herramientas de guía que puede ayudar a muchos jóvenes a aprender sobre sí mismos, sus habilidades y aptitudes, características que los pueden ayudar a tomar una decisión respecto a su futuro.
Desde que somos pequeños, estamos expuestos a diferentes estímulos y alternativas sobre las que debemos elegir: qué comer, qué libro leer, qué ropa usar. En un principio, a la mayoría de estas decisiones las toman nuestros padres. Pero a medida que vamos creciendo, empezamos a tener un mayor protagonismo en estas elecciones.
Una de las decisiones más importantes que debemos tomar ocurre durante nuestra adolescencia: la carrera u oficio a seguir.
Claro está, no es una tarea nada fácil. En muchos casos, los jóvenes no están preparados para tomar la decisión. Tampoco cuentan con espacios de reflexión y debate, para intercambiar ideas con otras personas sobre las diferentes opciones.
Muchas veces, no cuentan con la información necesaria para tomar esta decisión, o se sienten demasiado presionados por el entorno.
La orientación vocacional es un proceso que tiene en cuenta todos estos aspectos, y se centra en acompañar a los jóvenes durante esta toma de decisión. El objetivo es ayudarlos a identificar y reflexionar sobre sus creencias, emociones, pensamientos y percepciones; para definir la elección profesional.
La orientación vocacional, no se trata de guiar a elegir una carrera universitaria. Se trata de acompañar a la persona en su elección vocacional/profesional. Esta puede ser una carrera universitaria, terciaria, un oficio, un trabajo, entre otras salidas posibles.
En ADIPA te explicaremos ¿Qué son los test de orientación vocacional? ¿Cuáles son los más utilizados? ¿Por qué son importantes y cuándo se deben aplicar? Aquí podrás encontrar todas las respuestas gracias a la explicación de nuestra docente Ps. Josefina Hernández.
Los test son una serie de pruebas que tienen como objetivo indagar diversos aspectos de la persona. Esto permite identificar sus aptitudes, habilidades, preferencias y gustos, aspiraciones y destrezas.
Al identificar estos aspectos, la persona puede comenzar a explorar la oferta académica y generar un acercamiento hacia lo que podría llegar a estudiar.
Para Josefina Hernández, al llevar procesos de orientación vocacional, el marco teórico de referencia profesional aconsejable es tener siempre presente:
Estos elementos son las distintas miradas teóricas que permiten dar pie a la utilización de ciertas metodologías para llevar procesos de orientación vocacional.
Además, Hernández recalca que los tests:
“Son herramientas que se usan para conocer determinados aspectos de una persona y, si bien son una parte del proceso de orientación para ayudar a los estudiantes a elegir una carrera, constituyen solo un disparador que mostrará información relevante para que cada joven se conozca más y a partir de allí continúe profundizando y reflexionando sobre una de las decisiones más trascendentales de su vida”.
Esta es una de las pruebas más comunes que se aplica en orientación vocacional. Recibe este nombre porque fue desarrollado por el psicólogo John Holland, basándose en la Teoría de Rasgos y Factores.
Esta teoría plantea que las personas que se dedican a una misma profesión tienen características similares; y la satisfacción con esa ocupación se vincula con el grado de concordancia que existen entre la persona y las exigencias propias de esa ocupación.
Lo que Holland busca transmitir es que cuando la personalidad de los individuos está alineada con el ambiente de trabajo, el rendimiento laboral aumenta.
A base de esta teoría, el autor estructuró seis categorías que se distinguen por los intereses y ambientes de trabajo: realista, investigativo, artístico, social, emprendedor o convencional.
Luego de realizar este test, la personalidad se ubica en dos o tres áreas que serán más compatibles con los trabajos categorizados del mismo modo.
Evalúa intereses, a grandes rasgos tiene cuatro ejes; interés por personas, por ideas, por cosas y por data (información). Además, hace preguntas de autopercepción de las capacidades y las habilidades. Lo que se obtiene de esto es una propuesta visual de como dialogan los gustos con las capacidades e intereses.
| Consideraciones específicas de estos Test Vocacionales |
| No reemplazan un proceso de exploración vocacional, pero son buenos insumos para obtener datos interesantes de las personas. |
| Hay procesos que se pueden guiar sin test vocacionales, pero hay personas que les sirve mucho de ayuda visual el ir explorando entre las alternativas. |
| Si alguien está muy angustiado con un proceso de orientación vocacional, probablemente tiene que ver con una historia particular y ahí es importante recordar que los profesionales somos un apoyo. |
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Son de gran utilidad ya que permiten identificar información valiosa sobre aspectos de la personalidad, que servirán a la hora de elegir una carrera.
De todos modos, es importante aclarar que en estas pruebas no se suele profundizar en factores externos o contextuales (la realidad económica, la dinámica familiar, el mercado laboral, etc.).
¿Qué significa esto? Que un test no necesariamente determinará la carrera que se debe escoger necesariamente. El proceso de toma de decisión es amplio y abarca numerosos aspectos.
Por lo general, es recomendable aplicar los test una vez que la persona finalizó sus estudios escolares o secundarios. En esta etapa, los intereses y aptitudes ya están más desarrollados, pueden verse con más claridad y se encuentran aptos para definir una carrera.
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