Camila Céspedes
Periodismo y Comunicaciones
La estimulación temprana se refiere a un conjunto de actividades y técnicas diseñadas para promover el desarrollo integral de los bebés desde su nacimiento hasta los primeros años de vida. Estas actividades están dirigidas a estimular y fortalecer diferentes áreas de su desarrollo, como el desarrollo físico, cognitivo, social y emocional.
La estimulación temprana es una manera de potenciar el desarrollo motriz, cognitivo, social y emocional de nuestros hijos/as, pero al mismo tiempo se debe respetar el desarrollo individual y predisposición del bebé.
El correcto desarrollo de los bebés es un tema de suma importancia para garantizar su bienestar y salud a lo largo de su vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS), reconocida autoridad en el ámbito de la salud a nivel global, ha establecido pautas fundamentales para promover y asegurar un desarrollo óptimo en los bebés.
La OMS enfatiza la importancia de los primeros años de vida como una etapa crítica para el desarrollo físico, cognitivo y emocional de los bebés. Durante este período, se produce un rápido crecimiento y maduración de los sistemas del cuerpo, así como el establecimiento de las bases para el aprendizaje y las habilidades sociales.
Asimismo, la OMS subraya la importancia de la atención médica y el seguimiento regular del crecimiento y desarrollo del bebé. Las visitas periódicas al pediatra permiten detectar y abordar de manera temprana cualquier problema de salud o desarrollo que pueda surgir, y recibir asesoramiento sobre cuidados y prácticas saludables.
La estimulación temprana se refiere a las actividades y prácticas diseñadas para promover el desarrollo integral de los niños desde el nacimiento hasta los seis años de edad. Esta etapa es crucial, ya que durante los primeros años de vida, el cerebro de un niño experimenta un rápido crecimiento y desarrollo.
La estimulación temprana se centra en proporcionar experiencias y estímulos adecuados que ayuden a desarrollar las habilidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales de los niños. Estas actividades pueden incluir juegos, ejercicios físicos, interacción social, exploración sensorial, lectura de cuentos, música, artes visuales y muchas otras formas de interacción y aprendizaje.
Los objetivos de la estimulación temprana son promover el desarrollo de habilidades motoras, el lenguaje y la comunicación, la creatividad, la resolución de problemas, la sociabilidad, la autonomía y el desarrollo emocional. Se busca proporcionar un entorno enriquecedor y seguro donde los niños puedan aprender y descubrir el mundo a su propio ritmo.
Esta estimulación también es importante para prevenir o detectar a tiempo posibles retrasos o dificultades en el desarrollo de los niños. Al interactuar y observar a los niños durante estas actividades, los padres, cuidadores y profesionales de la salud pueden identificar cualquier signo de retraso y buscar intervenciones adecuadas si es necesario.
Es importante destacar que la estimulación temprana no implica forzar a los niños a alcanzar metas específicas o presionarlos en exceso. Se trata de proporcionar un ambiente amoroso y de apoyo que fomente su curiosidad natural y les brinde oportunidades para aprender y crecer de manera saludable.
Jean Piaget propuso que los niños pasan por etapas específicas de desarrollo cognitivo y que la estimulación temprana debe adaptarse a estas etapas. Según Piaget, los niños construyen activamente su conocimiento a través de la interacción con su entorno, por lo que se debe proporcionar un ambiente que desafíe y estimule su pensamiento.
Lev Vygotsky enfatizó la importancia de la interacción social en el aprendizaje y el desarrollo de los niños. Según su teoría, los niños aprenden mejor a través de la colaboración y la participación en actividades guiadas por adultos o compañeros más capaces. La estimulación temprana se centra en proporcionar oportunidades para la interacción social y el apoyo de adultos y compañeros más competentes.
John Bowlby propuso que los vínculos emocionales seguros entre los niños y sus cuidadores son fundamentales para el desarrollo saludable. La estimulación temprana se enfoca en establecer relaciones seguras y afectivas, lo que proporciona una base sólida para el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños.
Erik Erikson propuso una teoría del desarrollo que incluye ocho etapas, desde el nacimiento hasta la edad adulta. Según esta teoría, la estimulación temprana debe abordar las necesidades emocionales y sociales de los niños, proporcionando un entorno que les permita desarrollar una identidad positiva y una autoestima saludable.
En la actualidad, no hay una única teoría de estimulación temprana que sea ampliamente aceptada o utilizada de manera exclusiva. En cambio, la práctica de la estimulación temprana se basa en una combinación de enfoques teóricos y estrategias de intervención adaptadas a las necesidades individuales de cada niño.
Sin embargo, algunos enfoques relacionados con la estimulación temprana que han ganado popularidad y reconocimiento en los últimos años incluyen:
● Enfoque basado en el juego: Este enfoque se basa en la idea de que el juego es una forma natural de aprendizaje para los niños. Se centra en proporcionar un ambiente de juego enriquecedor que promueva el desarrollo físico, cognitivo, emocional y social de los niños.
● Enfoque centrado en el desarrollo del lenguaje: Este enfoque se concentra en estimular el desarrollo del lenguaje y la comunicación desde edades tempranas. Se enfoca en la interacción verbal y el uso de actividades centradas en el lenguaje, como la lectura de cuentos, canciones y juegos verbales, para fomentar el desarrollo lingüístico.
● Enfoque multisensorial: Este enfoque se basa en la idea de que los niños aprenden a través de la exploración y la interacción con su entorno a través de los sentidos. Se enfoca en proporcionar experiencias sensoriales variadas y estimulantes, como el juego con texturas, colores, sonidos, movimientos gruesos y movimientos finos, para promover el desarrollo sensorial y cognitivo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la estimulación temprana es importante desde el nacimiento. Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo del cerebro y las habilidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales de un niño.
La OMS enfatiza la importancia de proporcionar un entorno seguro, amoroso y estimulante para los bebés desde el principio. Esto incluye el establecimiento de vínculos afectivos sólidos, la interacción verbal y no verbal con el bebé, la estimulación sensorial a través de actividades como el contacto piel a piel, el juego y la exploración del entorno.
La estimulación temprana no implica sobreestimular o presionar a los bebés para que alcancen hitos o metas específicas. En cambio, se trata de brindar experiencias y oportunidades adecuadas para su desarrollo y crecimiento saludable.
Es importante recordar que cada bebé es único y desarrolla habilidades a su propio ritmo. Los padres y cuidadores deben observar y responder a las señales y necesidades individuales de sus hijos, adaptando las actividades de estimulación temprana a su nivel de desarrollo y capacidad.
No hay una duración específica establecida para las sesiones de estimulación temprana en bebés según estudios científicos. La cantidad de tiempo que se dedica a la estimulación temprana puede variar dependiendo de diversos factores, como la edad del bebé, su nivel de atención e interés, y las recomendaciones de los profesionales de la salud.
En general, las sesiones de estimulación temprana en bebés suelen ser cortas y se adaptan a la capacidad de atención y respuesta del bebé. Pueden durar de unos minutos a 15-20 minutos, y se pueden realizar varias veces al día en pequeñas dosis.
La clave en la estimulación temprana es la consistencia y la calidad de las interacciones y actividades. Es preferible realizar actividades cortas pero frecuentes, manteniendo la atención y el interés del bebé, en lugar de sesiones prolongadas en las que el bebé pueda cansarse o perder el interés.
Es importante recordar que la estimulación temprana no se limita a las sesiones formales, sino que también implica aprovechar las oportunidades diarias de interacción, como el tiempo en familia y aprendizaje, también el juego interactivo, la lectura de cuentos y las actividades cotidianas en el hogar.
Siempre es recomendable consultar con profesionales de la salud (pediatra o especialistas en desarrollo infantil) , para obtener orientación específica sobre la duración y el enfoque de la estimulación temprana, ya que pueden tener en cuenta las necesidades y características individuales del bebé.
En general, los ejercicios en la estimulación temprana brindan a los bebés oportunidades para explorar y aprender de manera activa, promoviendo su desarrollo integral. Es importante seleccionar ejercicios adecuados para la edad y etapa de desarrollo del bebé, asegurándose de que sean seguros, apropiados y adaptados a sus habilidades individuales.
En Adipa contamos con cursos y diplomados en psicología que te pueden ayudar a aprender sobre esta temática, entendiendo que la estimulación temprana debe ser estudiada tanto por profesionales de la salud mental como por madres, padres o cuidadores.
Estimular a un bebé de 0 meses implica brindarle un entorno seguro, amoroso y contenedor para su desarrollo. Aunque los bebés recién nacidos aún no tienen un control motor completo, hay varias formas en las que puedes estimular su desarrollo sensorial y afectivo. Es importante tener en cuenta que, durante esta etapa, los recién nacidos experimentan sensaciones como la gravedad por primera vez, mantienen sus extremidades flexionadas en posición fetal, se adaptan a su nuevo entorno y nacen con cierto grado de miopía, pudiendo enfocar y ver claramente hasta una distancia máxima de 60 cm.
Esto, significa que en este momento de su vida los cuidadores deben proporcionarle cuidados especiales, como porteo, masajes y hablarles para que ellos puedan ir reconociendo sus figuras de apoyo y cuidado.
Dentro de las características generales, los bebés dentro del mes de nacidos pueden, lograr mantener erguida su cabeza por breves periodos de tiempo, su sonrisa comienza a ser más notoria, inician el movimiento de cabeza de lado a lado y disfrutan de la música y los sonidos.
Bajo este marco, también es importante considerar que los bebés disfrutan de suaves movimientos y balanceos. Mecer al bebé en brazos o pasearlo suavemente, lo puede reconfortar, el movimiento rítmico puede ser estimulante para él.
Dentro de este periodo, los bebés suelen tener sus manos abiertas, listas para explorar, les llamará la atención objetos brillantes y de más de dos tonos . Por otro lado, suelen responder frente a los inputs auditivos, comienzan a salivar más y llevarse objetos a la boca e inician los primeros intentos de voltear.
Para estimular la respuesta de un niño de dos meses, puedes utilizar un sonajero o un juguete que desarrolle sus sentidos, especialmente el oído a través del sonido, haciendo sonar de un lado o del otro de la cabeza para que no pierda de vista. A su vez, es importante utilizar los brazos y piernas del bebé para el movimiento.
Dentro de los tres primeros meses, los bebés deberían tener su ciclo vigilia-sueño más marcado, lograr mantener su cabeza erguida por unos momentos, comenzar a reconocer a personas, el inicio de los balbuceos y al estar de guatita (pancita) logra levantar la cabeza y la gira por motivación.
Bajo este marco, se vuelve necesario hablarles a los bebés e incitar (cuidadosamente) a poder tener control de su cabeza.
Las características generales de este ciclo suelen ser, la mantención del equilibrio de guatita (pancita), además se suelen apoyar con un antebrazo, para tomar objetos con su otra mano, también descubren sus pies y aferran intencionalmente sus manos, logran girar y explorar objetos con todos sus sentidos.
Dentro de este periodo se pueden comenzar a utilizar objetos o juguetes que los ayuden con la exploración.
Los bebés de cinco meses suelen hacer movimientos natatorios al estar de guatita (pancita), jugar con sus ojos, manos y muslos. También, descubren sus pies con la boca, cambian objetos de manos, comienzan a girar de forma intencional, a desarrollar su sentido del humor, a mejorar su postura al estar sentado y voltear voluntariamente al origen del sonido.
El juego interactivo a través de la utilización de juguetes y objetos que sean seguros y apropiados para su edad, pueden ser una buena alternativa. Jugar al “cucú-tras” escondiéndote detrás de una manta y reapareciendo, o utilizar juguetes que hagan ruido o tengan luces intermitentes para captar su atención.
Los bebés de seis meses (dentro de las características generales), comienzan a sentarse de manera independiente, logran girar boca arriba y boca abajo, presentan control cervical y de tronco adecuado para comenzar la alimentación complementaria. Además, sus balbuceos se hacen más evidentes, al igual que la exploración exhaustiva de los objetos.
Ya que existe mayor movilidad, es bastante importante brindarle a los bebés espacios seguros para gatear y explorar. Colocar juguetes o cojines a lo largo del camino para que pueda moverse y alcanzarlos. También es aconsejable brindarle objetos con diferentes texturas, como juguetes suaves, pelotas rugosas o libros de tela con diferentes texturas, todo para permitirle que los explore con sus manos y boca.
La estimulación temprana ofrece una amplia gama de beneficios para el desarrollo de los bebés. Promueve el desarrollo cognitivo, estimulando el cerebro y fomentando habilidades como la atención, la memoria y el pensamiento creativo. Además, contribuye al desarrollo del lenguaje, fortaleciendo las habilidades comunicativas y lingüísticas.
La estimulación temprana también favorece el desarrollo motor, social y emocional, proporcionando una base sólida para la confianza, la autonomía y las relaciones saludables. Al brindar experiencias sensoriales y oportunidades de aprendizaje.
Como Adipa, te recordamos que es importante reconocer que cada bebé es único, que hay niños que se demoran un poco más en ciertos procesos, lo importante es estimular y apoyar el desarrollo para que vayan logrando los hitos a su ritmo.
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