Signos y síntomas del Trastorno de Identidad Disociativa (TID)
El TID tiene varios síntomas clave, incluyendo:
- Amnesia disociativa: Se presentan lagunas de memoria que afectan recuerdos importantes, como eventos cotidianos o información personal.
- Múltiples identidades: Cada identidad puede tener un nombre, una historia y características distintas, afectando su comportamiento y su sentido de sí misma.
- Despersonalización: La persona puede sentirse desconectada de su propio cuerpo o como si fuera una observadora externa de sus acciones.
- Intrusiones: Las identidades pueden manifestarse de manera involuntaria, afectando el comportamiento cotidiano.
Las identidades alternas suelen manifestarse como voces internas que pueden interactuar entre sí o con la propia persona. Estos síntomas, junto con episodios de amnesia, pueden provocar que la vida de quien los padece se vuelva caótica y difícil de manejar.
Diagnóstico del Trastorno de Identidad Disociativa (TID)
El diagnóstico de esta condición se establece mediante una evaluación clínica basada en éstos criterios específicos del DSM-5:
- Existencia de dos o más identidades: El individuo muestra cambios drásticos en su sentido de sí mismo.
- Amnesia: Incapacidad para recordar información cotidiana o eventos traumáticos.
- Impacto significativo: Los síntomas provocan malestar y dificultan la vida diaria.
Los profesionales usan entrevistas psiquiátricas detalladas y cuestionarios especializados para descartar otras condiciones. Además, la hipnosis puede ayudar a explorar recuerdos olvidados o facilitar la comunicación con las distintas identidades.
Tratamiento del Trastorno de Identidad Disociativa (TID)
El tratamiento del TID es complejo y generalmente se compone de:
- Psicoterapia: El objetivo central es integrar las diferentes identidades en una identidad cohesiva. Sin embargo, si esto no es posible, se trabaja para que las identidades coexistan de manera armoniosa y funcional.
- Terapias adicionales: Técnicas como la hipnosis y la visualización guiada pueden utilizarse para ayudar a la persona a procesar los traumas y facilitar la comunicación entre las identidades.
- Medicamentos: Aunque no existe un tratamiento farmacológico específico para el TID, los medicamentos pueden ser útiles para tratar trastornos comórbidos, como la depresión o la ansiedad.
La terapia es de larga duración y puede ser emocionalmente dolorosa, dado que las personas deben confrontar recuerdos traumáticos reprimidos. En algunos casos, puede ser necesario hospitalizar a la persona durante momentos críticos para asegurar su bienestar.
