Valentina Garrido
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El ADI-R es una herramienta fundamental para el diagnóstico del Trastorno Espectro Autista o TEA, el cual se enfoca en evaluar áreas de comunicación, interacción social y rigidez cognitiva del paciente. En este sentido, la prueba consiste en una entrevista hacia padres, madres o cuidadores que hayan estado, o continúen estando cercanos al paciente evaluado.
El ADI-R es una entrevista utilizada para el diagnostico del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en adultos y niños. Es una evaluación altamente beneficiosa para los especialistas de la salud mental, y se aplica con frecuencia en investigaciones clínicas y estudios epidemiológicos relacionados al Autismo.
Fue desarrollada en la década de 1990 por un equipo de psiquiatras y psicólogos, destacándose Ann LeCouter, psiquiatra infantil británica que tiene amplia experiencia en el área, y ha trabajado en la validación de la Entrevista de Diagnóstico de Autismo Revisada (ADI-R).
Esta entrevista junto a la prueba ADOS-2 son consideradas como las principales herramientas para determinar un diagnóstico adecuado y fiable que permita desarrollar un tratamiento adecuado de acuerdo a las necesidades de cada paciente.
La entrevista de diagnóstico de autismo revisada, en inglés, Autismo Diagnosis Interview, Revised, es un instrumento de evaluación que se utiliza con la finalidad de obtener un diagnóstico preciso del autismo. Es un examen detallado y estructurado de 1 o 2 horas, que ayuda a los profesionales del área a obtener información sobre las habilidades de comunicación y el comportamiento del paciente.
Además, ayuda a separar síntomas causadas por otras afecciones, que en ocasiones puede confundirse con los signos del TEA.
Población objetivo | Cualquier persona mayor a 2 años |
Entrevistado | Cuidadores o padres familiarizados con el paciente |
Entrevistador | Persona certificada y formada en el instrumento ADI-R |
Este examen se basa en recopilar información por parte de los cuidadores o padres del paciente, para poder obtener información detallada acerca de la vida del paciente. Son alrededor de 93 preguntas, en donde se abordan temáticas como la comunicación, el lenguaje y el desarrollo social.
Área de evaluación |
Descripción |
Comunicación y lenguaje |
Se evalúa el desarrollo del habla, el uso de las palabras y la comprensión de la gramática. Además, se ven aspectos como la capacidad de mantener una conversación adecuada a su edad. |
Interacción social | Se evalúa la interacción del paciente con sus cercanos, familiares y otras personas. Incluyendo cómo responden emocionalmente, cómo muestran sus sentimientos y emociones, y si interactúan con los demás o no. |
Desarrollo temprano | Se evalúa los cambios en el desarrollo temprano, para determinar cuándo comenzaron a visualizarse los cambios. |
Comportamientos repetitivos y estereotipados | Se evalúan los comportamientos estereotípicos, las rutinas repetidas y el rechazo a ciertos alimentos, texturas debido a problemas sensoriales. Asimismo, se pregunta sobre los comportamientos destructivos, incluidas las autolesiones, como golpearse o morderse. |
Desarrollo social, verbal, emocional y conductual | Se evalúa el desarrollo actual del paciente en áreas como la memoria, las habilidades motoras y el nivel de actividad física. Además, se pregunta sobre el nivel de interacción social, las habilidades motoras finas y la capacidad de su memoria. |
La primera vez que se publicó el ADI fue en 1989 con la Dra. Ann LeCouter, y fue evaluada posteriormente en el año 1994 para luego obtener una versión actualizada como la ADI-R.
Esta evaluación se utiliza cuando se sospecha de la presencia de autismo en los niños, adolescentes o adultos.
Se aplica frente a padres, madres y/o cuidadores que están en contacto directo con la persona con sospecha de TEA, lo que ayudará a que el profesional analice si cumple con los criterios de diagnóstico.
Es esencial reconocer la relevancia del diagnóstico temprano, ya que puede mejorar significativamente su pronóstico durante el tiempo. Es por ello que un tratamiento coordinado, integral, y de la mano del apoyo familiar y otros profesionales del entorno de la persona.
Cada persona con TEA es única y requiere de un tratamiento personalizado, por ende, es necesario que los profesionales de la salud mental estén capacitados y trabajen en equipo con los demás especialistas del paciente.
Los datos obtenidos durante la entrevista se procesa y codifican en unos algoritmos que posibilitan la valoración de la situación actual del paciente, y brindan orientación para el diagnóstico y tratamiento futuro.
Se pueden utilizar de dos diferentes maneras los algoritmos, en función de los objetivos:
En este sentido, durante las preguntas se asignan valores numéricos a cada respuesta, los cuales son utilizados posteriormente para realizar un diagnóstico final. La escala utilizada va desde el número cero hasta el tres, donde cero indica un comportamiento no informado o atípico, mientras que tres puntos señalan problemas de desarrollo más severos.
El ADI-R debe ser aplicado por un terapeuta certificado en el uso de esta herramienta y en cursos de psicología, ya que la aplicación requiere conocimientos y habilidades específicos por parte del terapeuta.
Pueden ser profesionales como:
Es clave que el profesional tenga información adecuada y actualizada sobre el Trastorno Espectro Autista (TEA) y esté capacitado para interpretar y puntuar las respuestas entregadas por los padres o cuidadores.
La diferencia entre ambos es que el test ADOS-2 no se presenta en formato de entrevista, sino que se basa en la observación directa de la persona estudiada durante la realización de distintas actividades. Este enfoque es más práctico y puede proporcionar información valiosa sobre las fortalezas y debilidades del paciente.
La entrevista ADI-R es utilizada en conjunto con el examen llamado ADOS-2 (La Escala de Observación para el Diagnóstico del Autismo) que está diseñado para evaluar el comportamiento del individuo en situaciones recreativas y sociales.
La escala ADOS-2 se encuentra estructurada en cinco módulos (T, 1, 2, 3 y 4), cada uno diseñado para personas con una edad y nivel de lenguaje específicos. El ADOS-2 puede aplicarse a individuos de diferentes edades, niveles de desarrollo y habilidades verbales, abarcando desde niños a partir de los 12 meses hasta adultos, desde aquellos sin capacidad de hablar hasta aquellos con fluidez verbal.
Cada módulo consta de una serie de actividades que proporcionan contextos estandarizados donde el evaluador puede observar y evaluar la presencia de determinados comportamientos sociales y comunicativos relevantes para el diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Sin embargo, tanto el ADI-R como el ADOS-2 son reconocidos como pruebas altamente confiables, estándar de oro, que proporcionan información valiosa en el proceso de establecer un diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista y desarrollar un tratamiento personalizado en función de las necesidades específicas del paciente.
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