Índice
- Contexto…….04:36
- Hitos históricos de la Psicología Comunitaria……..15:06
- Aproximaciones teóricas……..27:26
Contexto
[04:36] El contexto socioambiental actual refleja los estilos de interacción entre el ser humano, las sociedades y el medio ambiente. Estos estilos se distinguen por la dominación y explotación de la naturaleza y sus ecosistemas para el beneficio de las personas, aunque no de todas ellas. Existen millones que no disfrutan de estos beneficios. El proceso extractivo de recursos naturales que observamos responde a un apetito voraz de desarrollo material, centrado en el crecimiento económico, que perpetúa la desigualdad. Un ejemplo claro de ello es la polémica actual en torno al litio y su industria.
Este enfoque hacia el desarrollo material olvida los aspectos sociales y ambientales que conforman el ideal del desarrollo sostenible. Ya en el siglo XIX, Marx advirtió sobre la naturaleza depredadora del capitalismo. Anticipó los problemas derivados de la ruptura del equilibrio entre la Tierra y el trabajo humano. Él ya había previsto las consecuencias de buscar un crecimiento económico sin límites en un mundo con recursos finitos.
Aunque muchos apuestan a la tecnología como solución, esta a menudo profundiza los conflictos socioambientales en lugar de resolverlos. Actualmente, la era geológica en la que nos encontramos se denomina “Antropoceno”, reflejando el impacto predominante del ser humano en las transformaciones del planeta. Sin embargo, no todos los seres humanos son responsables en igual medida. Por ello, algunos académicos prefieren el término “Capitaloceno”, para subrayar que los cambios planetarios están mediados por relaciones de poder y desigualdad económica y política.
Hitos históricos de la Psicología Comunitaria
[15:06] A finales de la década de los sesenta, surge un período de inicio del enfoque comunitario, estrechamente vinculado con emergentes iniciativas en el ámbito de la Salud Mental. Maritza Montero, a quien considero una figura esencial en la psicología comunitaria, se refiere a este fenómeno como “vías paralelas” en el nacimiento de esta rama de la psicología. Su afirmación se basa en que es posible identificar orígenes simultáneos de la psicología comunitaria en diferentes regiones de Latinoamérica. En esa época, países como Chile, Argentina, Venezuela y México, paralelamente, estaban adoptando y adaptando este enfoque comunitario en el tratamiento de la Salud Mental.
El movimiento de desinstitucionalización de los servicios psiquiátricos desempeñó un papel crucial en proporcionar el escenario propicio para el despliegue de esta nueva dimensión de la psicología social comunitaria. Además, a finales de los sesenta y comienzos de los setenta, un ambiente de intensa movilización social en diversas partes del mundo impulsó aún más su desarrollo. En Estados Unidos, aunque esta subdisciplina comenzó a florecer, se le dio un énfasis más académico, centrando la atención en la Salud Mental como eje principal.
Hubo una relación intrínseca entre las temáticas de Salud Mental y la psicología comunitaria. Esta convergencia se gestó en una era de profundos cambios y transformaciones en diversos campos. No solo en la psicología, sino también en la música, el arte, el cine, la fotografía, entre otros, se estaba viviendo una reinvención y una ruptura de paradigmas establecidos. La psicología no fue la excepción y formó parte activa de esta ola de cambios.
Aproximaciones teóricas
[27:26] A finales de la década de 1960, emergen distintas voces que se alinean en torno a la psicología comunitaria y sus dimensiones educativas, formándose en un contexto histórico, cultural y específico de Latinoamérica. Entre estas voces destacan Paulo y Claudia Corol —un filósofo y una periodista—, además de Oscar Jara, un educador y sociólogo puertorriqueño.
Este movimiento tiene sus raíces en Bolivia con la pedagogía del adobe. También se ve influenciado por la lucha contra las dictaduras y los procesos de democratización en el Cono Sur, destacando la importancia de la identidad étnica, indígena y afrodescendiente. Estas identidades representan comunidades que a menudo no estaban alfabetizadas, lo que las hacía más susceptibles a la manipulación.
La educación popular emerge como una vertiente de las ciencias sociales que sostiene que el aprendizaje ocurre en la práctica, dentro de una experiencia contextualizada en un entorno social. Esta educación apunta a la transformación social, no a la simple inversión de roles. Es decir, no busca cambiar explotadores por explotados, sino superar estas contradicciones, aspirando a una sociedad libre de opresores y oprimidos.
El principal método de la educación popular, y posteriormente de la psicología comunitaria, es el diálogo colectivo. Esta práctica resalta la comunicación y el entendimiento mutuo, superando el modelo tradicional de “educación bancaria”, donde el educador simplemente deposita información en el educando.
Valoraciones