El trastorno depresivo persistente —también llamado “distimia” o “depresión menor”— es una forma de depresión crónica caracterizada por un estado de ánimo deprimido que se presenta la mayor parte del día, durante la mayoría de los días, y que dura al menos dos años en adultos o al menos un año en niños y adolescentes.
Este trastorno agrupa el trastorno de depresión mayor crónico y el trastorno distímico, según el DSM-5.
Características diagnósticas de la distimia
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos años.
- En niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable y debe durar al menos un año.
- Presencia de al menos dos de los siguientes síntomas: poco apetito o sobrealimentación, insomnio o hipersomnia, poca energía o fatiga, baja autoestima, falta de concentración o dificultad para tomar decisiones, sentimientos de desesperanza.
- Los síntomas deben causar malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
Causas de la distimia
Las causas del trastorno depresivo persistente son diversas y multifactoriales. Entre las más comunes se encuentran:
- Procesos químicos del cerebro.
- Herencia.
- Sucesos de la vida.
¿Cuál es la diferencia entre depresión mayor y distimia?
La depresión mayor se caracteriza por episodios de al menos dos semanas de duración que implican cambios significativos en el estado de ánimo y en la función diaria. Los síntomas incluyen:
- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día.
- Pérdida de interés o placer en casi todas las actividades.
- Cambios significativos en el peso o el apetito.
- Insomnio o hipersomnia.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva.
- Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse.
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.
Por otro lado, el trastorno depresivo persistente (distimia) es una forma crónica de depresión que se caracteriza por un estado de ánimo deprimido presente la mayor parte del día, la mayoría de los días, durante al menos dos años en adultos o un año en niños y adolescentes. Los síntomas adicionales son, por ejemplo:
- Poco apetito o sobrealimentación.
- Insomnio o hipersomnia.
- Poca energía o fatiga.
- Baja autoestima.
- Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.
- Sentimientos de desesperanza.
Las diferencias clave entre estos dos trastornos incluyen la duración, gravedad, curso e impacto funcional.
En términos de duración, la depresión mayor involucra episodios que duran al menos dos semanas, mientras que la distimia implica un estado de ánimo deprimido persistente.
En cuanto a la gravedad, la depresión mayor presenta síntomas más severos y debilitantes, mientras que la distimia presenta síntomas menos severos pero crónicos y persistentes.
El curso de la depresión mayor se define por episodios con remisiones interepisódicas, mientras que la distimia tiene un curso crónico con síntomas persistentes y fluctuantes en severidad.
Ambos trastornos afectan significativamente la capacidad funcional. No obstante, la distimia puede tener un impacto más persistente debido a su duración.
Fuentes: Manual DSM-5, APA Dictionary of Psychology y ADIPA.