Ps. María Jesús Salas
Es Psicóloga Clínica, Universidad Andrés Bello, postítulada...
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El Test de Apercepción Temática Infantil (CAT-A) es una herramienta clave en psicodiagnóstico clínico infantil. A través de láminas con animales en situaciones humanas, permite explorar conflictos emocionales, vínculos y mecanismos defensivos del niño o niña. En esta nota, la psicóloga y docente de Adipa, María Jesús Salas, detalla sus fundamentos, aplicación y relevancia clínica.
El Test de Apercepción Temática Infantil (CAT-A) es una herramienta de evaluación, de carácter proyectivo narrativo ampliamente utilizada en psicodiagnóstico infantil. Este test permite explorar el mundo interno de niños y niñas a través de la creación de historias, en base a un estímulo, que en este caso serán laminas con figuras de animales en diversas situaciones, algunas antropomorfizadas y otras propias del mundo animal.
Su riqueza simbólica, su accesibilidad para el público infantil y su utilidad clínica han hecho del CATA un recurso valioso al momento de realizar una evaluación psicológica con población infantil.
En esta noticia, revisamos su origen, fundamentos, aplicación, criterios de análisis y diferencias con otros test, junto a la experta Ps. María Jesús Salas Charme.
El Test de Apercepción Temática Infantil (CATA) es una prueba proyectiva de carácter narrativo, diseñada para explorar las dinámicas de relaciones interpersonales que presenta el niño, así como también sus principales temores (conflictos), y la manera en que hace frente a ellos (defensas). Sin embargo, cada lámina, también propondrá temáticas específicas, lo cual nos brindará la posibilidad de evaluar estos aspectos, en función de ellas.
A través de la creación y narración de historias con figuras de animales, podremos entonces evaluar múltiples aspectos del mundo interno del niño, donde los impulsos, defensas, temores y pautas de funcionamiento interpersonal, son solo algunos de los más significativos, pero no los únicos.
Este test se encuentra estandarizado para niños entre 3 y 10 años y permite acceder a su mundo interno mediante el mecanismo de la apercepción, descrito por sus autores.
A diferencia del Test de Apercepción Temática de Murray (TAT), que utiliza laminas con figura humanas y situaciones que, en muchas ocasiones resultan ajenas al mundo de los niños, lo cual dificulta la proyección de estos en el estímulo propuesto, el CATA utiliza animales, sin una atribución precisa de género y rango etario en diferentes situaciones que resultaran cotidianas o familiares para los pequeños.
Esto permitirá por una parte, que los niños puedan proyectar con menos dificultad su mundo interno en estas figuras y situaciones, y por otra, a nosotros, evaluarlas de una manera apropiada.
En este sentido, el CAT-A, fue una propuesta innovadora de Velak y Sorel, en respuesta a las limitaciones que el TAT (Test de Apercepcio Tematica), mostro en el uso con población infantil.
El CAT-A se fundamenta en los principios de la apercepción, lo cual implica una tarea compleja para el evaluado. Este tendrá que percibir un estímulo novedoso que le presentaremos (lámina), explorar en su mundo interno para darle sentido y crear una historia que comunicara de manera narrativa, lo cual necesariamente lo “obligara” a utilizar sus experiencias previas y nos dará cuenta de ellas (y el funcionamiento psíquico que estas han generado en él) al momento de comunicarnos las historias construidas y la forma en que lo hará.
A diferencia de los test gráficos, que requieren que el niño dibuje, este instrumento explora mediante el lenguaje verbal y no verbal por medio de la creación de historias, las profundidades de su funcionamiento psíquico, en términos de relaciones interpersonales y todo lo que ello implica para un infante.
El Test de Apercepción Temática Infantil (CAT-A) fue creado en 1949 por los psiquiatras y psicólogo Leopold Bellak y Sonya Sorel, con el objetivo explorar de manera apropiada el mundo interno de los niños, población, que observaron, no respondía de la forma que esperaban ante las pruebas existentes, probablemente dando cuenta de la visión adultocéntrica que en dicho momento histórico, poco era cuestionada.
Dichos autores, quizás en un acto rupturista para la época, identificaron que las láminas con figuras de animales en diferentes situaciones, eran mucho más apropiadas al momento de evaluar el mundo infantil.
Inicialmente, Bellak y Sorel en conjunto con la dibujante Lamonti, diseñaron 18 láminas, las cuales posteriormente fueron sometidas a un proceso de aplicación experimental en contextos clínicos reales, con apoyo de colegas profesionales del área infantil. A partir de esta experiencia práctica, seleccionaron las 10 láminas que consideraron más eficientes y que hoy conocemos como la batería del CAT-A.
Posteriormente, en 1952, se publicó un suplemento denominado CAT-S, compuesto por otras 10 láminas adicionales que permiten profundizar en temáticas específicas o complementar el instrumento principal según las necesidades clínicas.
“Aunque el CAT-S es menos conocido y menos utilizado, representa un recurso valioso para quienes deseen ampliar la exploración diagnóstica”, añade la especialista.
El CAT-A como hemos mencionado, posibilita la evaluación principalmente de relaciones interpersonales, temores y defensas utilizadas por los niños, sin embargo, las temáticas ante las cuales podemos evaluar dichos elementos, es bastante amplia y, por lo tanto, un aporte valioso. Solo por mencionar algunas de estas, podemos referir:
Relaciones establecidas con:
Dada su versatilidad, esta puede resultar de mucha utilidad en diversos contextos, permitiendo la exploración en torno a diferentes motivos de consulta, lo cual resulta enriquecedor para el clínico que trabaja con niños, ya sea que este (el psicólogo) presente diferentes enfoques teóricos, como áreas de trabajo. El CAT-A es una herramienta transversal y completa en referencia al contenido clínico.
La aplicación del CAT-A requiere un espacio individual, idealmente sin acompañantes ni distractores. Se presentan las 10 láminas al niño, una por una, solicitando que construya una historia que incluya pasado, presente y futuro.
📢 Antes de iniciar, es fundamental generar un adecuado vínculo clínico (rapport), ya que la calidad de este primer contacto incidirá directamente en la disposición del niño o niña a proyectar libremente y construir narrativas espontáneas. Un ambiente seguro, cálido y libre de juicios facilita el despliegue simbólico que el test busca explorar.
Luego de cada narración se realiza un interrogatorio, orientado a profundizar y esclarecer aspectos esenciales, a fin de tener la información mínima necesaria al momento de analizar la prueba.
Para ello debemos conocer cuáles son estos contenidos mínimos y explorarlos, puesto que, de lo contrario, todo nuestro esfuerzo y el del paciente, puede resultar infructuoso, llevarnos a conclusiones erradas o pobres, que se traducirán en fuente de frustración para nosotros y lo más importante, a un trabajo inadecuado para el paciente. Dentro de estos aspectos centrales, podemos mencionar la presencia de un conflicto y la resolución de este.
En este sentido, es fundamental que los profesionales puedan registrar no solo el contenido verbal, sino también lo no verbal: gestos, silencios, actitudes, movimientos, entre otros.
“Muchos profesionales video graban la o las sesiones donde evalúan con esta prueba, lo cual siempre debe considerar el consentimiento de los adultos responsables y el asentimiento del niño, otros desarrollan habilidades de registro de las expresiones verbales y no verbales realizadas por el niño durante la prueba. Lo significativo de este proceso es considerar un registro lo más completo posible, que posteriormente, nos permita un análisis rico y completo”, menciona la experta.
Láminas del CAT-A: estructura y características clínicas
El Test de Apercepción Temática Infantil (CAT-A) está compuesto por 10 láminas ilustradas, en las que se observan escenas protagonizadas por animales en diversos contextos, algunos propios del mundo animal, otros más humanizados.
Cada lámina convoca temáticas emocionales distintas, como vínculos primarios, rivalidad fraterna, ansiedad de separación, figuras parentales, control de impulsos, entre otros. No obstante, la interpretación clínica dependerá siempre del relato espontáneo del niño.
⚠️ A continuación, se presentan las láminas que componen el CAT-A. Estas imágenes deben ser utilizadas exclusivamente por profesionales con formación específica en test proyectivos y en un contexto clínico adecuado.
Descripción: pollitos sentados alrededor de una mesa con comida; al fondo, una figura de una gallina.
Descripción: dos osos adultos y un oso pequeño tirando de una cuerda en lados opuestos, en aparente juego o competencia.
Descripción: león sentado en un sillón con pipa y bastón.
Descripción: Canguro con sombrero y botella de leche, un canguro pequeño en su bolsa con un globo y otro mayor en bicicleta.
Descripción: Habitación oscura con una cama y una cuna; en la cama duermen dos ositos.
Descripción: Cueva oscura con dos osos al fondo; un osito está acostado en primer plano, fuera de la cueva.
Descripción: Un tigre con garras y colmillos visibles ataca a un mono que intenta escapar.
Descripción: Dos monos adultos toman té en un sofá; un tercer adulto conversa con un mono más joven frente a ellos.
Descripción: Cuarto oscuro visto desde una puerta entreabierta; un conejo está sentado en una camita dentro del cuarto.
Descripción: Un perro grande con un cachorro sobre las piernas en un baño.
El CAT-A incluye una pauta de análisis oficial con criterios específicos que deben aplicarse lámina por lámina. Estos criterios permiten sistematizar la interpretación del relato del niño e incluyen, entre otros:
Esta pauta puede variar levemente según los autores, pero es esencial seguir una estructura coherente para obtener un diagnóstico útil y riguroso.
El CAT-A es una herramienta clínica de alto valor, especialmente para psicólogos y psiquiatras formados en evaluación proyectiva. Su aplicabilidad transversal, su riqueza interpretativa y su cercanía simbólica al mundo infantil lo convierten en un instrumento indispensable en procesos de evaluación profunda.
Para aplicar e interpretar correctamente este test, es necesario contar con formación especializada. Por ello, su enseñanza es parte de programas como el Curso: Test de Apercepción Temática Infantil CAT-A, de Adipa, donde se abordan tanto los fundamentos teóricos como su aplicación clínica rigurosa.
Sesiones 100% en vivo, si no puedes asistir, puedes revisar posteriormente la grabación en tu aula virtual. No aplica para acreditaciones internacionales.
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