Mg. Ed. Sonia Mora Beltrán
Docente, Magister en Ciencias de la Educación...
Precio Programas:
Descuento de programas:
Subtotal:
Descuentos:
Subtotal - Descuentos:
Total:
Ir a pagarTu carro esta vacío
El bullying escolar —o “acoso escolar”— es un fenómeno que afecta a una cantidad significativa de estudiantes en todo el mundo, generando un impacto negativo en su bienestar emocional y rendimiento académico.
En esta nota, exploraremos junto con la Mg. Ed. Sonia Mora Beltrán el contexto chileno del bullying, sus causas, consecuencias y las estrategias para su prevención y denuncia.
El bullying escolar —o “acoso escolar”— es un fenómeno que afecta a una cantidad significativa de estudiantes en todo el mundo, generando un impacto negativo en su bienestar emocional y rendimiento académico.
En esta nota, exploraremos en detalle el contexto chileno del bullying, sus causas, consecuencias y las estrategias para su prevención y denuncia.
El bullying es una forma de violencia que puede ocurrir tanto dentro como fuera del entorno escolar. Este fenómeno implica que uno o varios estudiantes dirijan acciones perjudiciales contra otro estudiante, que pueden manifestarse de múltiples maneras incluyendo agresión física, verbal, social y mediante medios digitales.
De acuerdo con Sonia Mora, Docente, Magíster en Ciencias de la Educación con Mención en Orientación, Relaciones Humanas y Familia, así como también Docente de ADIPA, el acoso escolar se caracteriza por tres aspectos principales:
En los últimos años, el número de denuncias por bullying escolar ha experimentado un notable aumento en Chile. Según datos proporcionados por la Superintendencia de Educación, durante el 2023 se registraron más de 4,502 casos reportados de acoso, lo que representa una disminución del 12% respecto al año anterior, aunque sigue siendo la segunda cifra más alta en una década.
Por otro lado, en 2024 se han registrado 385 denuncias de bullying hasta el momento de acuerdo con la institución. Las comunas con más acusaciones de acoso escolar incluyen: Maipú, Santiago, Concepción, Puerto Montt y Viña del Mar, entre otros.
Estos datos subrayan la persistencia del problema y la necesidad de continuar trabajando en políticas y estrategias efectivas para reducir el acoso escolar y proteger el bienestar de los estudiantes en todo el país.
Cuando nos referimos al “acoso escolar en la infancia”, generalmente hablamos de episodios de maltrato entre niños y niñas de educación básica. No obstante, este fenómeno es esencialmente el mismo que ocurre entre adolescentes, aunque presenta algunos matices específicos, como la intencionalidad y el desarrollo emocional propio de sus etapas evolutivas.
“Por ejemplo, en relación con la empatía, los niños más pequeños aún no han desarrollado plenamente la capacidad de reconocer y comprender el sufrimiento de los demás. A menudo, sus acciones de acoso pueden ser percibidas como un juego, una imitación de comportamientos ajenos o simplemente algo que está de moda. Incluso podrían creer que esta es la forma natural de relacionarse con sus compañeros”, explicó la profesional.
Las causas del acoso escolar a menudo se encuentran en estudiantes que crecen en un entorno familiar desestructurado, donde hay poco respeto y falta de comunicación. Estos alumnos a menudo están expuestos a la violencia y sufren agresiones por parte de sus familiares, lo que les lleva a imitar esos comportamientos y revertir la situación en el ámbito escolar.
Los agresores tienden a buscar puntos débiles en sus víctimas, atacándolas por sus características físicas, condiciones económicas, culturales o bajo rendimiento académico. Por otro lado, se ha observado que los hijos de padres agresivos tienden a experimentar abandono y falta de apoyo, lo que puede llevarlos a adoptar conductas abusivas y agresivas.
En síntesis, tanto el hogar como la escuela juegan un papel crucial en la formación de la personalidad de los estudiantes. Si no se corrigen los comportamientos indebidos desde la infancia, estos pueden provocar efectos mucho más graves en la edad adulta.
Para detectar si un menor está sufriendo acoso escolar, la observación es crucial. Algunas de las señales más comunes que indican que un niño o niña está experimentando bullying son:
Los efectos del bullying se dividen en consecuencias para la víctima y el agresor:
Las víctimas, a menudo maltratadas por largos períodos, pueden convertirse en agresores. Suelen ser ansiosos, inseguros y sensibles, reaccionando con llanto y huida. Estas experiencias les generan baja autoestima, estrés postraumático, pesimismo, soledad y un pobre rendimiento académico.
En paralelo, también pueden mostrar miedo a ir a la escuela, tener pertenencias dañadas, sufrir mala alimentación, distracción, tartamudeo, problemas alimentarios, pesadillas, enuresis nocturna y lesiones físicas sin explicaciones claras.
“La peor consecuencia definitivamente es el suicidio“, señaló la docente, explicando que, cuando los estudiantes comienzan con los intentos de quitarse la vida, hay más posibilidades de que lleguen a concretarlo a partir de esta situación. “Por esta razón, en la rutina de convivencia, un buen equipo educativo es crucial, ya que va a identificar estas señales y actuar a tiempo“, puntualizó.
Los agresores, por otro lado, pueden sentir un vacío interior, tener dificultades de adaptación, falta de afecto, ira, depresión, impulsividad, desconfianza y falta de empatía. Menosprecian a los demás y tienen conflictos con figuras de autoridad, además de un bajo rendimiento escolar. Si no se controla el bullying, pueden incurrir en vandalismo, peleas callejeras, robos y otros problemas legales.
Los observadores del bullying también se ven afectados. Su pasividad ante el acoso puede llevarles a una sensación de impotencia frente a la injusticia, desarrollando una personalidad temerosa y una falta de apreciación por valores como el esfuerzo, la tolerancia y la superación.
Te podría interesar: Violencia escolar: impacto emocional en las víctimas, agresores y testigos
La prevención del bullying requiere un enfoque proactivo y colaborativo que involucre a toda la comunidad educativa, es decir, estudiantes, profesores, padres, apoderados y personal administrativo.
Algunas estrategias efectivas para prevenir el acoso escolar en las aulas son:
Te recomendamos revisar nuestro Manual de estrategias de prevención de bullying
De acuerdo con la Ley de Violencia Escolar, cualquier miembro de la comunidad —padres, docentes, estudiantes, etc.— que sea consciente de un caso de bullying debe reportarlo de acuerdo con las normas establecidas en el reglamento interno del centro educativo.
Si no se aplican las medidas adecuadas, la ley también establece sanciones con multas de hasta 50 UTM, las cuales se duplicarán en caso de reincidencia.
“Las entidades competentes publican orientaciones para implementar protocolos y planes de acción, entonces, si el colegio no los ha cumplido, efectivamente pueden ser sancionados”, enfatizó Mora.
En última instancia, las víctimas también pueden presentar denuncias ante la Fiscalía, la Policía de Investigaciones o la Superintendencia de Educación Escolar.
El curso en vivo ya se realizó, pero aún puedes inscribirte y ver las sesiones grabadas. Esto no afecta tu calificación y/o certificación. Disponible por pocos días.
El curso en vivo ya se realizó, pero aún puedes inscribirte y ver las sesiones grabadas. Esto no afecta tu calificación y/o certificación. Disponible por pocos días.
El curso en vivo ya se realizó, pero aún puedes inscribirte y ver las sesiones grabadas. Esto no afecta tu calificación y/o certificación. Disponible por pocos días.
El curso en vivo ya se realizó, pero aún puedes inscribirte y ver las sesiones grabadas. Esto no afecta tu calificación y/o certificación. Disponible por pocos días.
El Programa de Integración Escolar (PIE) en Chile es una propuesta educativa diseñada para fomentar...
Verifica tu identidad en adipa.cl y accede a beneficios exclusivos con empresas del sector, además...
La evaluación parental es un proceso que mide la capacidad de una persona para asumir...
Valoraciones