Índice
- Primeras entrevistas……6:00
- ¿Demanda?……….1:05
- Síntoma analítico………50:24
Primeras entrevistas
[6:00] Cuando se trata de las entrevistas preliminares en psicoanálisis, es importante considerar dos temas relevantes: la demanda y el síntoma analítico. En este período de tiempo, que transcurre durante las primeras sesiones con los nuevos consultantes, aún no se puede pensar en una experiencia analítica propiamente dicha, sino en un primer ensayo, como lo planteaba Freud. En estas entrevistas, se buscan varios objetivos, incluyendo la cuestión diagnóstica y la identificación de la estructura del sujeto, pero lo fundamental es ubicar la relación que el sujeto tiene con su inconsciente y ver si es posible que se produzca una cierta permeabilidad para que el sujeto se piense más allá de los límites del yo.
El tema de las primeras entrevistas es fundamental tanto para pensar teóricamente como para pensar algunas coordenadas propias de la época y las dificultades e impases que se producen. Dos textos que se recomiendan para profundizar en este tema son “Introducción al método psicoanalítico” de Jacques Lacan y “Las entrevistas preliminares y la entrada en análisis” de Ernesto Sinatra.
Es importante destacar que no todas las personas que llegan a una consulta de psicoanálisis tienen una demanda propia. Esto es especialmente relevante en contextos en los que las personas llegan por obligatoriedad, como el sistema judicial o el colegio.
¿Demanda?
[19:05] La demanda de un sujeto implica necesariamente lo inconsciente y se contrasta con la formulación del motivo de consulta, donde lo que importa es el yo.
Es importante preguntarnos qué hacemos con la demanda que nos plantea la persona que acude a nosotros, ya que no siempre podemos aceptarla. Por lo tanto, es necesario alojar y trabajar la formulación de la demanda para poder hacer una lectura de ella y ver si es algo que podemos avalar o no. No todas las demandas son aceptables éticamente para un analista. Muchas veces, las demandas requieren trabajo de rectificación, como en el caso de una persona que dice estar deprimida y quiere que le saquen de la depresión. Es necesario trabajar esta demanda para que sea abordable analíticamente.
Un ejemplo dado por Miller en su texto “Introducción al método psicoanalítico” muestra que a veces no es necesario aceptar una demanda, sino trabajarla para reformularla. En este caso, un hombre adulto llega a la consulta diciendo que necesita ayuda para afrontar una separación dolorosa. El analista lo cuestiona y lo confronta con su posición subjetiva para que pueda reformular su demanda y lograr un cambio en sí mismo. No se trata de aceptar cualquier demanda, sino de rectificarla para trabajar con ella analíticamente.
Síntoma analítico
[50:24] El síntoma tiene una doble faceta, por un lado está la dimensión simbólica del síntoma, es decir, el conocimiento que se puede producir a partir de la palabra, no a partir de lo que se dice sobre un síntoma. Esto trae como consecuencia el efecto terapéutico, lo cual es importante tener en cuenta. Desde el inicio, Freud advirtió sobre el peligro del furor curantis, ya que si queremos curar rápidamente el síntoma, necesariamente aplastamos la posibilidad de que pueda surgir y elaborarse un saber en torno al síntoma. El riesgo es que el efecto terapéutico comande y no la producción de saber.
Es fundamental hacer un trabajo de lectura de la demanda con la cual se presenta un consultante, no aceptar o avalar inmediatamente una demanda, sino instalar una pausa para comprender de qué se trata. Esto no solo implica un trabajo de lectura, sino también ubicar las necesarias rectificaciones para que la demanda pueda tener un lugar en un tratamiento analítico. Hay que tener mucho cuidado con prometer cosas frente a las cuales no tenemos como responder.
El síntoma no viene dado de antemano, sino que se construye. El paciente puede venir con síntomas o sin síntomas. Los síntomas que circulan en las conversaciones son un malestar que puede venir denominado con una determinada etiqueta o con un determinado síntoma, pero no son un síntoma analítico propiamente tal. Es necesario que el texto que ofrece quien nos consulta sea susceptible de intervención por parte del analista, para que se produzca aquello que se escapa a los límites y al control del yo, y para que se disponga de saber. La intervención y la presencia del analista son fundamentales.
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