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La psicofarmacología es un proceso de intervención que permite la remisión de síntomas que provocan un malestar significativo en una persona. Es utilizada como complemento para la psicoterapia y permite el óptimo desarrollo y avances hacia el bienestar, mejorando así la calidad de vida del paciente.
Comúnmente es empleada para el tratamiento de trastornos mentales, como la Ansiedad, la Depresión, el Trastorno Obsesivo Compulsivo, el Trastorno Bipolar, entre otros.
Dentro de los psicofármacos más utilizados encontramos:
La neuropsicología es una rama de la psicología que investiga cómo las lesiones cerebrales o las condiciones neurológicas afectan la cognición y el comportamiento. Utilizando métodos de evaluación neuropsicológica, los profesionales de esta disciplina pueden diagnosticar y tratar trastornos relacionados con el cerebro, ayudando a los individuos a recuperar funciones cognitivas y emocionales perdidas o deterioradas.
La neuropsicología se ocupa específicamente del vínculo entre el cerebro y el comportamiento. Esta disciplina aborda enfermedades y trastornos neurológicos que afectan las funciones cognitivas y emocionales. Las condiciones tratadas por la neuropsicología incluyen enfermedades neurodegenerativas, trastornos del desarrollo neurológico, alteraciones y síndromes del neurodesarrollo, entre otros.
Los cuidados paliativos tienen como objetivo principal mejorar la calidad de vida de las personas que enfrentan enfermedades graves, crónicas o terminales. Este enfoque integral no solo se centra en el alivio del dolor físico, sino también en el apoyo emocional, social y espiritual para tanto el paciente como para sus seres queridos.
Los cuidados paliativos se entregan cuando una enfermedad grave no responde completamente a tratamientos curativos y la atención se centra en mejorar la comodidad del paciente. Este enfoque puede comenzar en cualquier etapa de una enfermedad grave y no está limitado a una fase específica.