Melanie Klein (1882-1960), psicoanalista austríaca, desarrolló una teoría revolucionaria en la psicología del inconsciente. Aunque sus ideas surgieron en el marco del psicoanálisis freudiano, Klein transformó profundamente conceptos fundamentales, creando la teoría de las relaciones objetales. Es reconocida por su enfoque innovador en el análisis infantil y por haber introducido conceptos como las posiciones esquizoparanoide y depresiva, y el rol central del juego en la terapia infantil.
Biografía
Melanie Klein nació el 30 de marzo de 1882 en Viena, en el seno de una familia judía. Desde joven, mostró interés por la educación y las ciencias, aunque sus aspiraciones académicas se vieron limitadas por circunstancias personales. Su matrimonio a los 21 años y el nacimiento de sus hijos la alejaron temporalmente de una carrera profesional estructurada, pero sus intereses en el psicoanálisis surgieron a raíz de experiencias personales, como sus propias crisis depresivas y su lectura del ensayo de Freud Sobre el sueño.
En 1914, inició un análisis personal con Sándor Ferenczi, lo que marcó el inicio de su formación en psicoanálisis. En 1919, Klein presentó su primer trabajo psicoanalítico en la Asociación Psicoanalítica Húngara. A partir de ese momento, centró sus esfuerzos en el análisis de niños, una innovación en el psicoanálisis de la época.
Su traslado a Berlín en 1921 fue crucial para su desarrollo teórico y práctico. Allí trabajó con Karl Abraham, quien influyó profundamente en su comprensión del desarrollo psíquico infantil. En 1926, invitada por Ernest Jones, se trasladó a Londres, donde consolidó su escuela de pensamiento. A pesar de las tensiones con otros analistas, como Anna Freud, Klein logró establecer un enfoque único y autónomo dentro del psicoanálisis.
Klein falleció en Londres en 1960, dejando una obra teórica extensa que sigue influyendo en la psicología contemporánea.
Aportes principales de Melanie Klein a la psicología
Klein se especializó en el análisis de niños y en psicoanalítica. Entre sus principales aportes y descubrimientos podemos hallar:
El análisis infantil y la técnica del juego
Klein revolucionó el psicoanálisis al adaptarlo al trabajo con niños. Utilizó el juego como una herramienta para acceder al inconsciente infantil, considerando que los niños expresan sus conflictos internos y ansiedades a través de actividades lúdicas. Este método permitió a Klein interpretar las fantasías inconscientes y las relaciones objetales tempranas de los niños.
Teoría de las posiciones psíquicas
Klein introdujo los conceptos de posición esquizoparanoide y posición depresiva, que describen configuraciones psíquicas en las primeras etapas del desarrollo:
- Posición esquizoparanoide: Se caracteriza por la división (escisión) entre objetos buenos y malos, lo que permite al niño manejar la ansiedad persecutoria.
- Posición depresiva: Surge cuando el niño reconoce a los objetos como entidades completas y siente culpa y ansiedad depresiva por los impulsos destructivos hacia ellos. Este proceso es central en el desarrollo emocional y en la capacidad para reparar las relaciones objetales.
Relaciones objetales internas y externas
Según Klein, las relaciones con los objetos (personas u otros elementos significativos) son fundamentales en el desarrollo psíquico. Estos vínculos pueden ser internos (fantasías inconscientes sobre objetos internalizados) o externos (interacciones reales), y están constantemente influidos por las pulsiones de vida y muerte.
La envidia como impulso primario
En su obra Envidia y gratitud, Klein plantea que la envidia es un sentimiento innato que influye en las primeras relaciones del bebé con la madre. Esta emoción, junto con la gratitud, desempeña un papel crucial en la formación de la personalidad y en las dinámicas de las relaciones objetales.
Contribuciones al entendimiento del duelo y la simbolización
Klein exploró cómo el duelo y la capacidad de simbolización están relacionados con el desarrollo de la psique. Consideró que los procesos de simbolización permiten al individuo elaborar pérdidas y ansiedades, facilitando una integración más saludable de las experiencias emocionales.