Descripción del programa:
Las vulneraciones de derechos en la infancia constituyen, probablemente, el origen de múltiples patologías y sufrimientos humanos. Sobre estas se sustentan no solo diversos padecimientos psíquicos y físicos, sino también problemáticas sociales. Una intervención temprana y adecuada podría marcar una gran diferencia, no solo en el futuro de quienes han sufrido dramáticamente estas consecuencias, sino también en la calidad del entorno en el que la sociedad se desarrolla.
Abordar estas situaciones requiere una alta capacitación de los equipos profesionales. Sin embargo, incluso con la formación adecuada, la práctica clínica sigue siendo compleja. Los profesionales se enfrentan a la necesidad constante de tomar decisiones rápidas y asertivas para mitigar y “reparar” el daño causado, buscando evitar mayores sufrimientos, un proceso que no siempre resulta sencillo dada la complejidad de muchos casos.
A pesar del amplio conocimiento teórico que poseen los especialistas, la práctica clínica puede ser desafiante y altamente exigente. El desgaste emocional es considerable y, en ocasiones, genera una sensación de aislamiento. A esto se suma la presión constante del entorno, que demanda intervenciones eficientes y resultados en plazos limitados. En este contexto, parece quedar poco espacio para reflexionar sobre las intervenciones, incorporar nuevas herramientas de trabajo y considerar el impacto emocional en los profesionales.
El presente curso se centrará en la práctica clínica en contextos de vulneración de derechos en la infancia. Se reflexionará sobre las intervenciones a realizar y los núcleos críticos que se enfrentan a diario, abordando las acciones dirigidas a los niños, sus cuidadores, el sistema de justicia y el entorno educativo.
Finalmente, se dedicará un espacio esencial al trabajo en análisis de casos, considerando que este elemento es fundamentales para mejorar las prácticas clínicas.
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