Índice
- Signos y síntomas del episodio maníaco
- Diagnóstico del episodio maníaco
- Tratamiento del episodio maníaco
El episodio maníaco es un trastorno del estado de ánimo que forma parte del espectro del trastorno bipolar. Se caracteriza por cambios significativos en el estado emocional, los niveles de energía y el comportamiento, afectando gravemente la funcionalidad del individuo.
Signos y síntomas del episodio maníaco
Un episodio maníaco se distingue por un estado de ánimo anormalmente elevado, expansivo o irritable, acompañado de un aumento significativo en la energía y la actividad. Este período puede incluir síntomas como:
- Estado de ánimo elevado: Euforia intensa o irritabilidad excesiva.
- Incremento de energía: Actividad desbordante que puede manifestarse como hiperactividad o incapacidad para mantenerse en reposo.
- Grandiosidad: Una percepción desproporcionada de las propias capacidades o importancia personal.
- Disminución de la necesidad de sueño: Sensación de estar completamente descansado tras pocas horas de sueño.
- Habla acelerada y fuga de ideas: Flujo constante de palabras y pensamientos rápidos, a menudo desconectados.
- Distracción: Facilidad para desviarse por estímulos irrelevantes.
- Conductas impulsivas: Decisiones riesgosas, como gastos excesivos o comportamientos sexuales inapropiados.
Diagnóstico del episodio maníaco
Para diagnosticar un episodio maníaco, es necesario identificar la presencia de un estado de ánimo elevado o irritable acompañado de un aumento en la actividad o energía durante la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos una semana.
Los síntomas deben incluir al menos tres (o cuatro si el estado de ánimo es exclusivamente irritable) de los mencionados anteriormente. También se requiere que esta alteración cause un deterioro notable en el funcionamiento o implique la necesidad de hospitalización, y que los síntomas no sean atribuibles a los efectos de sustancias o enfermedades médicas.
Es importante diferenciar un episodio maníaco de otros trastornos del estado de ánimo o psicóticos, lo que requiere una evaluación clínica cuidadosa.
Tratamiento del episodio maníaco
El manejo del episodio maníaco combina intervenciones farmacológicas y psicológicas. Los estabilizadores del estado de ánimo, como el litio o el valproato, son la base del tratamiento, mientras que los antipsicóticos atípicos pueden ser necesarios para controlar los síntomas más graves, como la agitación o las características psicóticas.
En casos agudos, las benzodiacepinas pueden ser útiles para reducir la inquietud. La psicoterapia, particularmente la terapia cognitivo-conductual y la psicoeducación, ayuda a los pacientes a entender su trastorno, identificar desencadenantes y prevenir recurrencias. En situaciones graves, la hospitalización puede ser indispensable para proteger al paciente y a su entorno, garantizando un ambiente seguro para la recuperación.
Fuentes: Moreno, L. R., & Aldana, L. L. Trastornos del humor: episodio maníaco. Tratado de psiquiatría, 370-405.
